

Gala Games es una startup de juegos Web3 fundada en 2019 que ha experimentado un crecimiento constante en el sector de los videojuegos descentralizados. La empresa es conocida por desarrollar títulos como el RPG móvil Champions Arena y otras plataformas de gaming basadas en blockchain. Respecto a quién es el dueño de Gala, la estructura accionaria ha sido históricamente compartida entre sus principales fundadores.
Sin embargo, el crecimiento de la empresa se ha visto empañado por un profundo conflicto interno entre sus dos cofundadores principales: Wright Thurston y Eric Schiermeyer. Ambos cofundadores originalmente controlaban el 50% de la empresa cada uno, una estructura de poder equilibrada que ha derivado en una batalla legal significativa. Actualmente, ambas partes luchan por sacar al otro del consejo de administración, reflejando la gravedad del enfrentamiento y las acusaciones mutuas de mal uso de fondos corporativos.
En la demanda presentada por Schiermeyer en representación de Gala Games, se acusa a Thurston de ejecutar un esquema sofisticado de desviación de activos. Según los documentos legales, Thurston utilizó su firma de inversión conocida como True North United Investments para trasladar aproximadamente 130 millones de dólares en tokens GALA desde las billeteras corporativas.
El mecanismo del presunto fraude operó de la siguiente manera: los fondos fueron inicialmente transferidos a una billetera de la empresa, pero posteriormente se redistribuyeron a un total de 43 billeteras diferentes, todas ellas vinculadas a Thurston y su compañía de inversión. Estos tokens GALA fueron posteriormente vendidos durante un período que abarcó varios meses. De manera particularmente inusual, se reportó que parte de las ganancias obtenidas de estas ventas fueron utilizadas para adquirir municiones para armas de fuego, lo que generó considerable perplejidad entre los investigadores.
Es relevante destacar que, según los informes disponibles, el volumen de tokens transferidos excedía la cantidad total de tokens en circulación en ese período específico. Este hecho sugiere la magnitud y complejidad de la operación. Los eventos descritos podrían estar correlacionados con actualizaciones significativas del protocolo de la red, aunque esto permanece sin confirmación oficial.
Frente a las acusaciones de Schiermeyer, Thurston respondió presentando su propia demanda en la que carga contra su cofundador acusándolo de causar daños masivos a la reputación y las finanzas de Gala Games por un monto de cientos de millones de dólares.
Las acusaciones específicas de Thurston contra Schiermeyer incluyen supuesto mal uso sistemático de fondos corporativos. De particular relevancia, Thurston señala que Blockchain Game Partners (BGP), la empresa matriz que controla Gala Games, efectuó un pago de 5 millones de dólares como parte de un arreglo de compra a plazos para un avión corporativo, que supuestamente fue adquirido para beneficio personal de Schiermeyer, a pesar de que la junta directiva de BGP había acordado previamente divorciar a la empresa de esta inversión.
Thurston también ha reconocido públicamente períodos en los que estuvo inalcanzable durante meses, y alega que durante su ausencia, Schiermeyer dirigió la empresa de manera unilateral, resultando en consecuencias financieras desfavorables. Adicionalmente, Thurston enfrenta actualmente un litigio separado con la Comisión de Bolsa y Valores (SEC) de Estados Unidos respecto a otra de sus empresas, Green United LLC, y su asociado token VERDE, que la agencia reguladora cuestiona que exista con validez legal.
El conflicto entre Wright Thurston y Eric Schiermeyer en Gala Games representa uno de los casos más destacados de disputa corporativa en la industria del gaming Web3. Las acusaciones mutuas de mal uso de activos, tanto de tokens como de fondos corporativos, ponen de manifiesto las vulnerabilidades en los sistemas de gobernanza de empresas criptográficas emergentes. El litigio continuo entre ambos cofundadores, combinado con los problemas regulatorios que enfrenta Thurston con la SEC, subraya los desafíos legales y de transparencia que persisten en el ecosistema blockchain y gaming descentralizado. Este caso servirá presumiblemente como referente importante para futuras prácticas de gobernanza corporativa en la industria Web3.
Gala es un token descentralizado sin dueño único. La plataforma está gobernada por la comunidad de tenedores de tokens GALA,que participan en decisiones mediante votaciones en la red descentralizada.








