A fecha 23 de septiembre de 2025 (UTC), el tipo de cambio USD/ZAR se situaba en 17,25, con un ligero descenso respecto a la jornada anterior. Este pequeño movimiento refleja una demanda estable del rand sudafricano. En las dos últimas semanas, el rand ha cotizado en un rango muy estrecho, lo que evidencia una confianza sostenida del mercado en la divisa.
Los indicadores macroeconómicos sudafricanos afectan directamente a la cotización del rand. Por ejemplo, el indicador de ciclo económico subió un 0,9 % en julio frente al mes anterior, lo que apunta a una evolución positiva de la economía nacional. No obstante, aunque estos avances resultan alentadores, su repercusión en la divisa ha sido limitada, probablemente debido a la persistente incertidumbre sobre la evolución económica futura.
El Banco de Reserva de Sudáfrica (SARB) mantuvo el tipo de interés principal en el 7,00 % tras su reunión del 18 de septiembre. Esta decisión refleja la visión actual del banco central sobre la inflación y el crecimiento económico. Aunque el Índice de Precios al Consumo (IPC) de agosto se ralentizó inesperadamente, las expectativas de inflación siguen siendo elevadas, y la mayoría del mercado no anticipa recortes de tipos inmediatos por parte del SARB.
Antes de la reunión de la Reserva Federal del 17 de septiembre, el consenso del mercado apuntaba a un recorte de tipos de interés de 25 puntos básicos, motivado por señales de debilitamiento de la economía estadounidense, como un mercado laboral más débil y una menor presión inflacionista. Los acontecimientos internacionales influyen notablemente en el rand sudafricano, altamente sensible al riesgo. La fortaleza del dólar estadounidense permanece como factor clave en la evolución del tipo de cambio USD/ZAR.
Para quienes siguen la evolución del USD/ZAR, es importante considerar lo siguiente:
Durante septiembre de 2025, el tipo de cambio USD/ZAR se movió entre 17,24 y 17,33, lo que refleja la confianza sostenida del mercado en la economía sudafricana y en su política monetaria. Sin embargo, los factores económicos y políticos internacionales siguen siendo posibles fuentes de volatilidad. Se recomienda seguir de cerca los datos macroeconómicos y las decisiones de los bancos centrales para basar adecuadamente las decisiones de inversión.