Las entidades financieras, los bancos y los exchanges de criptomonedas aplican principalmente KYC, o Know Your Customer, como protocolo de cumplimiento para la verificación de identidad y la evaluación de riesgos. Sus principales objetivos son:
Las plataformas emplean KYC no solo para cumplir con las exigencias regulatorias, sino también para afianzar su seguridad y credibilidad en el sector de las criptomonedas.
El procedimiento de KYC puede variar entre plataformas, pero normalmente incluye los siguientes pasos:
En operaciones de alto riesgo o elevado importe, las plataformas también pueden exigir pruebas sobre el origen de los fondos. Aunque estos requisitos puedan resultar exigentes, son fundamentales para proteger el sistema financiero y garantizar el cumplimiento de la normativa.
Los mercados de criptomonedas en sus inicios valoraban el anonimato, pero con el aumento del volumen de operaciones y el crecimiento de los usuarios, los reguladores intensificaron la supervisión y el KYC se volvió imprescindible.
Así, KYC actúa como nexo entre las finanzas tradicionales y los activos digitales.
De cara a 2025, se observarán con mayor frecuencia las siguientes tendencias en KYC:
Aunque el KYC se implementa principalmente en los exchanges centralizados (CEX), el rápido crecimiento de DeFi está impulsando al sector a desarrollar soluciones de KYC ágiles en entornos descentralizados. Entre las opciones en estudio destacan:
El reto es lograr un equilibrio entre un cumplimiento normativo robusto y las libertades propias de la descentralización.
Para descubrir más sobre Web3, regístrate aquí: https://www.gate.com/
KYC es mucho más que un proceso regulatorio: constituye un pilar clave de la seguridad tanto en las finanzas tradicionales como en el ecosistema de activos digitales. KYC impulsa la transparencia del mercado, reduce el riesgo de fraude y lavado de dinero y facilita la llegada de capital institucional. Aunque existen retos en materia de privacidad y comodidad, los avances tecnológicos y la evolución de la regulación allanan el camino hacia modelos de KYC más inteligentes, descentralizados e integrados en Web3. Para los inversores, comprender el KYC es esencial no solo para participar, sino también para proteger sus activos con garantías.