Recientemente, la agencia de calificación internacional Fitch reafirmó la calificación crediticia soberana de Estados Unidos en "AA+" y mantuvo la perspectiva estable. Esta calificación refleja la complejidad y multifaceta de la economía estadounidense.
Las ventajas de Estados Unidos son evidentes: como la mayor economía del mundo, su tamaño económico es enorme, el nivel de ingresos per cápita es alto y el entorno empresarial es dinámico. Además, el dólar, como la principal moneda de reserva global, proporciona a Estados Unidos una ventaja única en términos de financiamiento. Estos factores respaldan conjuntamente la alta calificación crediticia de Estados Unidos.
Sin embargo, Estados Unidos también enfrenta graves desafíos fiscales. El continuo alto déficit fiscal, la pesada carga de intereses y el creciente endeudamiento del gobierno se han convertido en los principales factores que limitan la calificación crediticia de Estados Unidos. Más preocupante es que el gobierno estadounidense parece no haber tomado medidas efectivas para abordar estos problemas estructurales que han existido durante mucho tiempo, incluidos el déficit fiscal, la carga de la deuda y la presión de gasto causada por el envejecimiento de la población.
Según la previsión de Fitch, la proporción del déficit del gobierno de EE. UU. respecto al PIB mostrará una tendencia fluctuante. Se espera que en 2025, esta proporción disminuya del 7.7% en 2024 al 6.9%, pero en 2026 y 2027 aumentará nuevamente al 7.8% y al 7.9%, respectivamente. Esta fluctuación indica que EE. UU. aún enfrenta desafíos en la gestión fiscal y necesita adoptar medidas más contundentes para lograr la sostenibilidad fiscal a largo plazo.
En general, la calificación crediticia de Estados Unidos refleja un equilibrio entre sus ventajas como una potencia económica global y los desafíos fiscales que enfrenta. Aunque actualmente mantiene una calificación crediticia alta, el gobierno de EE. UU. necesita abordar seriamente los problemas fiscales cada vez más graves para asegurar la estabilidad económica a largo plazo y el nivel de crédito.
Ver originales
Esta página puede contener contenido de terceros, que se proporciona únicamente con fines informativos (sin garantías ni declaraciones) y no debe considerarse como un respaldo por parte de Gate a las opiniones expresadas ni como asesoramiento financiero o profesional. Consulte el Descargo de responsabilidad para obtener más detalles.
10 me gusta
Recompensa
10
4
Republicar
Compartir
Comentar
0/400
BlockchainWorker
· hace23h
¿No puedes pagar la deuda? Simplemente imprímelo.
Ver originalesResponder0
not_your_keys
· hace23h
¿Qué pasa, Estados Unidos, ya no pueden imprimir más dinero?
Recientemente, la agencia de calificación internacional Fitch reafirmó la calificación crediticia soberana de Estados Unidos en "AA+" y mantuvo la perspectiva estable. Esta calificación refleja la complejidad y multifaceta de la economía estadounidense.
Las ventajas de Estados Unidos son evidentes: como la mayor economía del mundo, su tamaño económico es enorme, el nivel de ingresos per cápita es alto y el entorno empresarial es dinámico. Además, el dólar, como la principal moneda de reserva global, proporciona a Estados Unidos una ventaja única en términos de financiamiento. Estos factores respaldan conjuntamente la alta calificación crediticia de Estados Unidos.
Sin embargo, Estados Unidos también enfrenta graves desafíos fiscales. El continuo alto déficit fiscal, la pesada carga de intereses y el creciente endeudamiento del gobierno se han convertido en los principales factores que limitan la calificación crediticia de Estados Unidos. Más preocupante es que el gobierno estadounidense parece no haber tomado medidas efectivas para abordar estos problemas estructurales que han existido durante mucho tiempo, incluidos el déficit fiscal, la carga de la deuda y la presión de gasto causada por el envejecimiento de la población.
Según la previsión de Fitch, la proporción del déficit del gobierno de EE. UU. respecto al PIB mostrará una tendencia fluctuante. Se espera que en 2025, esta proporción disminuya del 7.7% en 2024 al 6.9%, pero en 2026 y 2027 aumentará nuevamente al 7.8% y al 7.9%, respectivamente. Esta fluctuación indica que EE. UU. aún enfrenta desafíos en la gestión fiscal y necesita adoptar medidas más contundentes para lograr la sostenibilidad fiscal a largo plazo.
En general, la calificación crediticia de Estados Unidos refleja un equilibrio entre sus ventajas como una potencia económica global y los desafíos fiscales que enfrenta. Aunque actualmente mantiene una calificación crediticia alta, el gobierno de EE. UU. necesita abordar seriamente los problemas fiscales cada vez más graves para asegurar la estabilidad económica a largo plazo y el nivel de crédito.