Según los últimos datos económicos, el indicador de inflación de EE. UU. en julio no se acercó como se esperaba al objetivo del 2% de La Reserva Federal (FED), lo que presenta nuevos desafíos para la próxima decisión de política monetaria de septiembre.
Los datos publicados por la Oficina de Análisis Económico del Departamento de Comercio de EE. UU. muestran que el índice de precios de los gastos de consumo personal (PCE) en julio creció un 2.6% en comparación interanual, manteniéndose igual que en junio. Lo más importante es que el índice de precios del PCE subyacente, que excluye los precios de alimentos y energía, aumentó un 2.9% en comparación interanual, un incremento respecto al 2.8% de junio.
Este resultado de datos coincide básicamente con las previsiones de los economistas. Cabe destacar que, aunque la presión inflacionaria sigue presente, el presidente de la Reserva Federal (FED), Jerome Powell, ha insinuado anteriormente que, dado que el mercado laboral se está enfriando gradualmente, la Reserva Federal podría considerar implementar la primera reducción de tasas de este año en septiembre.
Sin embargo, los datos actuales de inflación parecen mostrar una cierta discrepancia con las expectativas de La Reserva Federal (FED). El analista del mercado Matt Grossman señala que esto resalta los desafíos que enfrenta La Reserva Federal (FED) al formular la política monetaria. Con la inflación aún por encima del nivel objetivo, la cuestión de si reducir las tasas de interés y cómo hacerlo se convierte en un tema que requiere ponderación.
Con la proximidad de la reunión de política monetaria de La Reserva Federal (FED) en septiembre, el mercado estará atento a las futuras tendencias de los datos económicos, así como a las declaraciones de los funcionarios de la FED. Esto no solo afecta las perspectivas económicas de Estados Unidos, sino que también tendrá un impacto significativo en los mercados financieros globales. En este período de incertidumbre, los formuladores de políticas necesitan encontrar un equilibrio entre estabilizar la inflación y mantener el crecimiento económico.
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BoredRiceBall
· 08-29 14:47
Ah, Powell está actuando de nuevo.
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ZenChainWalker
· 08-29 14:38
Ay, el viejo Bao que no puede pisar el punto correctamente.
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SerumSurfer
· 08-29 14:33
¡Veo que la reducción de tasas en septiembre está en suspenso!
Según los últimos datos económicos, el indicador de inflación de EE. UU. en julio no se acercó como se esperaba al objetivo del 2% de La Reserva Federal (FED), lo que presenta nuevos desafíos para la próxima decisión de política monetaria de septiembre.
Los datos publicados por la Oficina de Análisis Económico del Departamento de Comercio de EE. UU. muestran que el índice de precios de los gastos de consumo personal (PCE) en julio creció un 2.6% en comparación interanual, manteniéndose igual que en junio. Lo más importante es que el índice de precios del PCE subyacente, que excluye los precios de alimentos y energía, aumentó un 2.9% en comparación interanual, un incremento respecto al 2.8% de junio.
Este resultado de datos coincide básicamente con las previsiones de los economistas. Cabe destacar que, aunque la presión inflacionaria sigue presente, el presidente de la Reserva Federal (FED), Jerome Powell, ha insinuado anteriormente que, dado que el mercado laboral se está enfriando gradualmente, la Reserva Federal podría considerar implementar la primera reducción de tasas de este año en septiembre.
Sin embargo, los datos actuales de inflación parecen mostrar una cierta discrepancia con las expectativas de La Reserva Federal (FED). El analista del mercado Matt Grossman señala que esto resalta los desafíos que enfrenta La Reserva Federal (FED) al formular la política monetaria. Con la inflación aún por encima del nivel objetivo, la cuestión de si reducir las tasas de interés y cómo hacerlo se convierte en un tema que requiere ponderación.
Con la proximidad de la reunión de política monetaria de La Reserva Federal (FED) en septiembre, el mercado estará atento a las futuras tendencias de los datos económicos, así como a las declaraciones de los funcionarios de la FED. Esto no solo afecta las perspectivas económicas de Estados Unidos, sino que también tendrá un impacto significativo en los mercados financieros globales. En este período de incertidumbre, los formuladores de políticas necesitan encontrar un equilibrio entre estabilizar la inflación y mantener el crecimiento económico.