Debes aprender a reconocer a las personas: aquellos que son crueles al hacer las cosas definitivamente pueden lograr grandes cosas. Las personas que son demasiado entusiastas no tienen habilidades. Aquellos que se sientan y ponen los pies en alto tienen grandes ambiciones y son muy activos. Las personas que se tocan la barbilla al hablar son muy cautelosas en su trabajo. Aquellos que suelen cruzar los brazos tienen opiniones propias, pero también son muy obstinados. Las personas que parpadean con frecuencia suelen tener una mente complicada y son de mentalidad cerrada. No confíes en las promesas de quienes son los más serviciales en la mesa de banquete. No se recomienda mantener una relación cercana con quienes son demasiado dulces en sus palabras. Aquellos que hablan con desdén no son de fiar, y no te asocies con quienes tienen una apariencia desagradable. No te asocies con personas lujuriosas.