¿Está endeudado? Te diré, lo más aterrador que la deuda es que tu corazón esté muerto. El dinero se puede recuperar, pero si pierdes el corazón, ni siquiera tendrás la oportunidad de levantarte. No te imagines cómo darás la vuelta a la situación, primero pregúntate por qué caíste en este agujero, fue por seguir un consejo caliente de alguien más, o por estar obsesionado con la emoción de comprar y comprar, o por el dinero fácil que ganaste en el pasado. Pensaste que eras invencible, pero resultó que no puedes mantenerlo, y lo que sale es más rápido que lo que entra. No evites estas caídas y estas desventajas, son el costo de la educación que necesitas para crecer. Te obligan a mantener la calma, a reflexionar y a enfrentar tu lado más feo. Muchas personas nunca han experimentado verdaderos momentos bajos en su vida, parecen estables, pero en realidad están vacíos por dentro. Por eso, algunos fracasos que llegan temprano son en realidad afortunados. Cuanto antes te derriben, más oportunidades tendrás de desarrollar un carácter resistente. Recuerda, la persona que realmente llega al final no es la que ha tenido un camino fácil, sino aquella que ha soportado innumerables noches de insomnio. Aquella que ha sido golpeada en el barro una y otra vez y se ha levantado de nuevo. La próxima vez que sientas que estás en una situación terrible, no te quejes, sonríe, porque el cielo te está dando una lección que pocos merecen.
Ver originales
Esta página puede contener contenido de terceros, que se proporciona únicamente con fines informativos (sin garantías ni declaraciones) y no debe considerarse como un respaldo por parte de Gate a las opiniones expresadas ni como asesoramiento financiero o profesional. Consulte el Descargo de responsabilidad para obtener más detalles.
¿Está endeudado? Te diré, lo más aterrador que la deuda es que tu corazón esté muerto. El dinero se puede recuperar, pero si pierdes el corazón, ni siquiera tendrás la oportunidad de levantarte. No te imagines cómo darás la vuelta a la situación, primero pregúntate por qué caíste en este agujero, fue por seguir un consejo caliente de alguien más, o por estar obsesionado con la emoción de comprar y comprar, o por el dinero fácil que ganaste en el pasado. Pensaste que eras invencible, pero resultó que no puedes mantenerlo, y lo que sale es más rápido que lo que entra. No evites estas caídas y estas desventajas, son el costo de la educación que necesitas para crecer. Te obligan a mantener la calma, a reflexionar y a enfrentar tu lado más feo. Muchas personas nunca han experimentado verdaderos momentos bajos en su vida, parecen estables, pero en realidad están vacíos por dentro. Por eso, algunos fracasos que llegan temprano son en realidad afortunados. Cuanto antes te derriben, más oportunidades tendrás de desarrollar un carácter resistente. Recuerda, la persona que realmente llega al final no es la que ha tenido un camino fácil, sino aquella que ha soportado innumerables noches de insomnio. Aquella que ha sido golpeada en el barro una y otra vez y se ha levantado de nuevo. La próxima vez que sientas que estás en una situación terrible, no te quejes, sonríe, porque el cielo te está dando una lección que pocos merecen.