¿Alguna vez has tenido momentos así, en los que tienes un montón de cosas que hacer en tu mente, pero no puedes actuar? Ves cómo el tiempo pasa día tras día, y al llegar la noche, comienzas a sentirte culpable, ansioso y no puedes dormir. Muchas personas no saben que, en realidad, la procrastinación es un síntoma externo de la falta de energía mental. Siempre pensamos que primero debemos prepararnos bien, y luego todo irá sobre ruedas, pero precisamente esa preparación nos agota poco a poco nuestra energía mental. ¿Por qué digo esto? Porque la preparación es demasiado cómoda; no tienes que enfrentar el problema central, no tienes que asumir el riesgo de fracasar y te da una satisfacción ilusoria de que ya estás en acción. En realidad, lo que puede salvar nuestra energía mental nunca ha sido una preparación perfecta, sino un comienzo tosco. No necesitas esperar a que todas las condiciones estén listas; incluso si solo anotas tu idea al azar, o si solo completas el 10% de la tarea principal, es mejor que desgastarte en la fase de preparación. Porque en el momento en que comienzas a actuar, ya estás nutriendo tu energía mental. Cada pequeño paso que completes te traerá una sensación de logro real, y esa sensación de logro encenderá lentamente la motivación en tu interior, haciéndote sentir cada vez más enérgico. Así que, a partir de hoy, no dejes que la palabra "preparación" te atrape. Recuerda, completar primero y luego perfeccionar es el primer paso para aumentar tu energía mental.
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¿Alguna vez has tenido momentos así, en los que tienes un montón de cosas que hacer en tu mente, pero no puedes actuar? Ves cómo el tiempo pasa día tras día, y al llegar la noche, comienzas a sentirte culpable, ansioso y no puedes dormir. Muchas personas no saben que, en realidad, la procrastinación es un síntoma externo de la falta de energía mental. Siempre pensamos que primero debemos prepararnos bien, y luego todo irá sobre ruedas, pero precisamente esa preparación nos agota poco a poco nuestra energía mental. ¿Por qué digo esto? Porque la preparación es demasiado cómoda; no tienes que enfrentar el problema central, no tienes que asumir el riesgo de fracasar y te da una satisfacción ilusoria de que ya estás en acción. En realidad, lo que puede salvar nuestra energía mental nunca ha sido una preparación perfecta, sino un comienzo tosco. No necesitas esperar a que todas las condiciones estén listas; incluso si solo anotas tu idea al azar, o si solo completas el 10% de la tarea principal, es mejor que desgastarte en la fase de preparación. Porque en el momento en que comienzas a actuar, ya estás nutriendo tu energía mental. Cada pequeño paso que completes te traerá una sensación de logro real, y esa sensación de logro encenderá lentamente la motivación en tu interior, haciéndote sentir cada vez más enérgico. Así que, a partir de hoy, no dejes que la palabra "preparación" te atrape. Recuerda, completar primero y luego perfeccionar es el primer paso para aumentar tu energía mental.