Las personas que son demasiado tranquilas son muy aterradoras. Cuando alguien se vuelve callado y pacífico, sereno y paciente, su aura se vuelve increíblemente poderosa. Esta aura no se ve afectada por nada externo, sino que proviene de la calma y la tranquilidad interior. Todo está escondido en el fondo del corazón, y sus emociones nunca se muestran al exterior. Al enfrentar trivialidades, actúan con ligereza, y cuando se enfrentan a grandes tormentas, mantienen la calma y la compostura. Las personas como yo generalmente no actúan con facilidad; una vez que actuamos, es el final, ¡y nadie puede cambiarlo!
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Las personas que son demasiado tranquilas son muy aterradoras. Cuando alguien se vuelve callado y pacífico, sereno y paciente, su aura se vuelve increíblemente poderosa. Esta aura no se ve afectada por nada externo, sino que proviene de la calma y la tranquilidad interior. Todo está escondido en el fondo del corazón, y sus emociones nunca se muestran al exterior. Al enfrentar trivialidades, actúan con ligereza, y cuando se enfrentan a grandes tormentas, mantienen la calma y la compostura. Las personas como yo generalmente no actúan con facilidad; una vez que actuamos, es el final, ¡y nadie puede cambiarlo!