Cuando hablamos de un bull run, la situación puede ser mucho más compleja de lo que parece a simple vista. Revisemos algunas de las últimas oleadas: el aumento principal de 2017 duró aproximadamente seis meses, el mercado impulsado por políticas de 2020 se prolongó durante casi cinco meses, mientras que el ciclo de pump de 2021 fue aún más breve, manteniéndose solo durante aproximadamente tres meses.
Si seguimos este patrón, podemos suponer que esta ronda de mercado intermedio que comenzó a mediados de julio, incluso con una estimación conservadora, probablemente continuará hasta mediados de septiembre o mediados de octubre.
Sin embargo, otro punto de vista que merece atención sostiene que el inicio del actual bull run es en realidad en octubre de 2023, y la lógica que respalda este punto de vista sigue siendo válida hasta la fecha. Si se calcula según un ciclo de 18-24 meses, es posible que el pico del mercado no aparezca hasta el segundo o tercer trimestre de 2025.
Es aún más notable que, si la Reserva Federal comienza a bajar las tasas de interés y libera más liquidez, este ciclo podría incluso extenderse hasta finales de 2025.
Por lo tanto, a corto plazo, estamos en una fase de tira y afloja del ritmo del bull run; a largo plazo, la atmósfera general del bull run no ha terminado. Especialmente con la llegada del otoño, el mercado podría enfrentar una importante corrección y diferenciación, las criptomonedas principales tienen la posibilidad de reiniciar la tendencia de subida, y podrían desafiar e incluso superar los máximos históricos antes de fin de año.
Es importante recordar que el mercado nunca opera completamente según un guion fijo. Pero mientras la lógica básica que sostiene al mercado no cambie, este bull run sigue en marcha. La clave está en si los inversores todavía están en este 'tren del bull run' y si pueden seguir su ritmo.
En este entorno de mercado lleno de oportunidades y desafíos, es crucial mantener la vigilancia y la flexibilidad. Los inversores deben prestar atención a las tendencias del mercado, pero también deben tener en cuenta la gestión de riesgos, ya que incluso en un bull run, la volatilidad del mercado puede traer riesgos inesperados.
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Cuando hablamos de un bull run, la situación puede ser mucho más compleja de lo que parece a simple vista. Revisemos algunas de las últimas oleadas: el aumento principal de 2017 duró aproximadamente seis meses, el mercado impulsado por políticas de 2020 se prolongó durante casi cinco meses, mientras que el ciclo de pump de 2021 fue aún más breve, manteniéndose solo durante aproximadamente tres meses.
Si seguimos este patrón, podemos suponer que esta ronda de mercado intermedio que comenzó a mediados de julio, incluso con una estimación conservadora, probablemente continuará hasta mediados de septiembre o mediados de octubre.
Sin embargo, otro punto de vista que merece atención sostiene que el inicio del actual bull run es en realidad en octubre de 2023, y la lógica que respalda este punto de vista sigue siendo válida hasta la fecha. Si se calcula según un ciclo de 18-24 meses, es posible que el pico del mercado no aparezca hasta el segundo o tercer trimestre de 2025.
Es aún más notable que, si la Reserva Federal comienza a bajar las tasas de interés y libera más liquidez, este ciclo podría incluso extenderse hasta finales de 2025.
Por lo tanto, a corto plazo, estamos en una fase de tira y afloja del ritmo del bull run; a largo plazo, la atmósfera general del bull run no ha terminado. Especialmente con la llegada del otoño, el mercado podría enfrentar una importante corrección y diferenciación, las criptomonedas principales tienen la posibilidad de reiniciar la tendencia de subida, y podrían desafiar e incluso superar los máximos históricos antes de fin de año.
Es importante recordar que el mercado nunca opera completamente según un guion fijo. Pero mientras la lógica básica que sostiene al mercado no cambie, este bull run sigue en marcha. La clave está en si los inversores todavía están en este 'tren del bull run' y si pueden seguir su ritmo.
En este entorno de mercado lleno de oportunidades y desafíos, es crucial mantener la vigilancia y la flexibilidad. Los inversores deben prestar atención a las tendencias del mercado, pero también deben tener en cuenta la gestión de riesgos, ya que incluso en un bull run, la volatilidad del mercado puede traer riesgos inesperados.