#PI Un disparo resonó, rompiendo el cielo de Utah, Estados Unidos. El 10 de septiembre, la nueva estrella política conservadora Charlie Kirk fue asesinado, y se izó la bandera a media asta en señal de luto. Su caída se asemeja a un prisma, reflejando una América extremadamente dividida y con una ira sin un lugar donde depositarse.

Pero esta ira no es algo que veamos por primera vez. Hace unos años, en el campo de batalla más central de Wall Street —el mercado de valores— un grupo de minoristas que se autodenominaban "los caídos" y "los simios" inició una "guerra de shorting contra GameStop" en contra de grandes fondos de cobertura.
La batalla conocida como "Ocupar Wall Street 2.0" nació y se fermentó en redes sociales como Reddit y Youtube, donde la velocidad y el alcance de la difusión de información y la acción colectiva se amplificaron exponencialmente. Los pequeños inversionistas, a través de las reglas del juego del mercado de capitales más familiares para las instituciones, lograron dar un golpe a los fondos de cobertura. La correduría sin comisiones Robinhood levantó la bandera de la "democratización financiera", mientras que celebridades como Elon Musk contribuyeron a avivar la situación.
¿Quién es realmente el verdadero ganador cuando la ira reemplaza la avaricia y se convierte en el combustible más poderoso?