El 1 de octubre, hora local, un portavoz de la oficina de la gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, declaró que el estado de Nueva York no asumirá los costos de operación de la Estatua de la Libertad como lo hizo durante el anterior cierre del gobierno. La gobernadora dijo que la antorcha de la Estatua de la Libertad podría “apagarse por completo”. Hochul mencionó que más de 100,000 empleados federales en Nueva York se han visto obligados a tomar licencia o enfrentan el riesgo de ser licenciados, entre ellos, decenas de empleados que trabajan en la Estatua de la Libertad. Actualmente, no está claro si la Estatua de la Libertad cerrará y cuándo cerrará.