Caminando bajo las desgastadas murallas de la antigua ciudad, saqué de mi mochila una gorra con el logo de Gate—mi compañero de viaje más querido. La luz del sol de la tarde pasaba a través de la visera, proyectando la silueta familiar del logo sobre las losas de piedra azul, y de inmediato capturé con mi lente esta maravillosa superposición.
Ya sea al caminar hasta la base de la montaña nevada o al moverse entre los neones de la ciudad, este azul y blanco siempre puede despertar instantáneamente un sentido de pertenencia. En la plataforma de observación de la Torre de Tokio, combiné mi sudadera azul y blanca con el cielo para crear una composición perfecta; en el mercado de fin de semana de Chiang Mai, el distintivo pin de Gate se convirtió en el vínculo que me conectó con los artesanos locales.
Cada vez que pulso el obturador, no solo estoy registrando cómo los elementos de Gate se integran en los paisajes de diferentes lugares, sino que también estoy atesorando cada encuentro que me ha brindado. Esos momentos en los que nos sonreímos al reconocer el mismo símbolo, hacen que el viaje sea cálido y único.
#GateAnywhere porque lo amo, así que lo llevo conmigo. Espero encontrarme contigo en el próximo viaje a las montañas y al mar.
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Caminando bajo las desgastadas murallas de la antigua ciudad, saqué de mi mochila una gorra con el logo de Gate—mi compañero de viaje más querido. La luz del sol de la tarde pasaba a través de la visera, proyectando la silueta familiar del logo sobre las losas de piedra azul, y de inmediato capturé con mi lente esta maravillosa superposición.
Ya sea al caminar hasta la base de la montaña nevada o al moverse entre los neones de la ciudad, este azul y blanco siempre puede despertar instantáneamente un sentido de pertenencia. En la plataforma de observación de la Torre de Tokio, combiné mi sudadera azul y blanca con el cielo para crear una composición perfecta; en el mercado de fin de semana de Chiang Mai, el distintivo pin de Gate se convirtió en el vínculo que me conectó con los artesanos locales.
Cada vez que pulso el obturador, no solo estoy registrando cómo los elementos de Gate se integran en los paisajes de diferentes lugares, sino que también estoy atesorando cada encuentro que me ha brindado. Esos momentos en los que nos sonreímos al reconocer el mismo símbolo, hacen que el viaje sea cálido y único.
#GateAnywhere porque lo amo, así que lo llevo conmigo. Espero encontrarme contigo en el próximo viaje a las montañas y al mar.