Un tribunal alemán acaba de dictaminar que OpenAI violó las leyes de derechos de autor al usar letras de canciones sin la debida autorización. Este caso se suma a la creciente pila de desafíos legales que enfrentan las empresas de IA sobre el uso de datos de entrenamiento. La decisión destaca cómo los problemas de derechos de autor siguen siendo un área gris importante, ya que los modelos de IA extraen enormes cantidades de contenido de internet. No se trata solo de letras: batallas similares están ocurriendo en textos, imágenes y código. Me pregunto cómo impactará esto en el desarrollo futuro de la IA y los acuerdos de licencia.