La primavera ha llegado con pasos ligeros. La hierba lo supo y, a escondidas, asomó su pequeña cabeza del suelo, como un niño curioso, estirando el cuello para observar el mundo exterior.
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La primavera ha llegado con pasos ligeros. La hierba lo supo y, a escondidas, asomó su pequeña cabeza del suelo, como un niño curioso, estirando el cuello para observar el mundo exterior.