Los grupos industriales más grandes de Corea acaban de comprometer más de $550 mil millones en inversiones nacionales. El momento es interesante: Seúl claramente está haciendo una declaración aquí. Incluso mientras fortalecen las asociaciones económicas con Estados Unidos, estos conglomerados quieren que todos sepan que su base de fabricación no va a ir a ninguna parte.

Es un movimiento masivo de asignación de capital. Piénsalo: medio billón de dólares quedándose local en lugar de perseguir mercados laborales más baratos en otros lugares. Dice algo sobre cómo están viendo el riesgo geopolítico y la seguridad de la cadena de suministro en estos días. La apuesta parece ser que mantener la capacidad de producción en casa supera los posibles ahorros de costos en el extranjero, especialmente dado lo volátiles que se han vuelto las relaciones comerciales.