Hong Kong se enfrenta a una realidad incómoda: mientras se posiciona como el centro de Web3 de Asia, funciona con una infraestructura regulatoria obsoleta. Un reciente fraude de una institución fiduciaria de $500 millones ha sacado a la luz un peligroso punto ciego.
El Problema
Aquí está el truco: Hong Kong no tiene un sistema regulatorio de custodia de activos dedicado. En cambio, las empresas de Web3 están parcheando el agujero utilizando compañías de fideicomiso tradicionales como custodios de terceros. Suena razonable en teoría. ¿En la práctica? Los criminales están explotando las lagunas regulatorias como si estuvieran completando rápidamente un código no seguro.
Wu Jiezhuang, presidente del Subcomité Web3 del Consejo Legislativo, está sonando la alarma: esto no es solo un incidente local. Los ojos internacionales ya están observando. Si Hong Kong maneja mal la respuesta, corre el riesgo de perder credibilidad como centro financiero, especialmente cuando los inversionistas de la China continental y las instituciones globales ya están cuestionando cuán sólidos son realmente los límites.
Por qué esto es importante para tus activos
Cuando un importante centro financiero no puede definir claramente quién es responsable de la custodia, se crea un efecto dominó:
Los inversores pierden confianza en la seguridad del lugar
Los proyectos dudan en establecerse
El arbitraje regulatorio se convierte en un pasivo, no en una ventaja
Qué Necesita Pasar
La receta de Wu: acelerar una revisión regulatoria, reforzar los marcos de custodia y aumentar la educación pública sobre cómo funciona realmente el sistema. La ventana para solucionar esto antes de que se erosionen más la confianza se está cerrando.
En resumen: Hong Kong construyó la marca. Ahora necesita reconstruir la infraestructura para respaldarla.
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El fraude de confianza de $500M en Hong Kong expone una brecha crítica en la supervisión de la custodia de activos en Web3.
Hong Kong se enfrenta a una realidad incómoda: mientras se posiciona como el centro de Web3 de Asia, funciona con una infraestructura regulatoria obsoleta. Un reciente fraude de una institución fiduciaria de $500 millones ha sacado a la luz un peligroso punto ciego.
El Problema
Aquí está el truco: Hong Kong no tiene un sistema regulatorio de custodia de activos dedicado. En cambio, las empresas de Web3 están parcheando el agujero utilizando compañías de fideicomiso tradicionales como custodios de terceros. Suena razonable en teoría. ¿En la práctica? Los criminales están explotando las lagunas regulatorias como si estuvieran completando rápidamente un código no seguro.
Wu Jiezhuang, presidente del Subcomité Web3 del Consejo Legislativo, está sonando la alarma: esto no es solo un incidente local. Los ojos internacionales ya están observando. Si Hong Kong maneja mal la respuesta, corre el riesgo de perder credibilidad como centro financiero, especialmente cuando los inversionistas de la China continental y las instituciones globales ya están cuestionando cuán sólidos son realmente los límites.
Por qué esto es importante para tus activos
Cuando un importante centro financiero no puede definir claramente quién es responsable de la custodia, se crea un efecto dominó:
Qué Necesita Pasar
La receta de Wu: acelerar una revisión regulatoria, reforzar los marcos de custodia y aumentar la educación pública sobre cómo funciona realmente el sistema. La ventana para solucionar esto antes de que se erosionen más la confianza se está cerrando.
En resumen: Hong Kong construyó la marca. Ahora necesita reconstruir la infraestructura para respaldarla.