El crédito privado se sitúa en una asombrosa escala de $3 trillones, sin embargo, está plagado de opacidad y mala liquidez. La infraestructura se siente atrapada en el pasado. La tokenización podría ser la clave aquí: convirtiendo activos ilíquidos en instrumentos negociables mientras se mantienen los marcos de cumplimiento. Algunas Layer-1 están específicamente arquitectadas para este caso de uso, integrando marcos regulatorios directamente en la capa de protocolo. Vale la pena observar cómo se desarrolla la tokenización de activos del mundo real en este vertical. La brecha entre los puntos de dolor de las finanzas tradicionales y las soluciones de blockchain nunca ha sido más evidente.