La verdad es que me siento un poco aliviado. Aliviado de no tener tantas obsesiones y de que he controlado bastante bien las caídas. Pero al ver a tanta gente perdiendo tanto, tampoco me siento del todo bien.

Ha llegado otra vez ese momento agotador. Que baje no está tan mal, tampoco me he venido abajo emocionalmente, pero si te esquilman una y otra vez en el suelo, entonces sí que duele de verdad. Antes el mercado era demasiado amigable, siempre volvía en V rápidamente y uno se acostumbraba.

Lo de siempre: se puede comprar, pero hay que controlar bien la posición. ¿Con apalancamiento? Ahí sí que no puedes apostar a la suerte cada vez. Nunca sabes cuál será la excepción.