La votación sobre la bajada de tipos de interés de la Reserva Federal en diciembre está resultando más reñida de lo que se pensaba.

El analista Neil Irwin ha revelado un dato clave: actualmente hay exactamente 6 votos a favor de la bajada de tipos: Powell, Jefferson, Williams y tres consejeros nombrados por Trump. Pero aquí está el problema: se necesitan 7 votos de los 12 puestos con derecho a voto para alcanzar la mayoría, así que falta solo un paso crucial.

El bloque contrario tampoco es débil. Los cuatro presidentes de las reservas regionales fuera de Nueva York no tienen clara su postura sobre la bajada de tipos, y el consejero Barr, nombrado por Biden, probablemente votará en contra por temor a un repunte de la inflación. Con este recuento, todas las miradas están puestas en la consejera Cook, que siempre ha mostrado una preocupación especial por el mercado laboral, pero mantiene una postura muy reservada sobre la política monetaria, prácticamente sin hacer declaraciones públicas.

El giro más dramático llegará el 21 de enero del año que viene, cuando el Tribunal Supremo debe decidir si Trump puede destituir a Cook. Desde el otoño pasado, Trump lleva intentando apartarla. Bajo esta presión política, el voto decisivo de Cook tiene ahora más peso que nunca.

Si se cumplen o no las expectativas de bajada de tipos, probablemente dependerá de la decisión final de esta “consejera silenciosa”.