La verdad es que la importancia de esta noticia de hoy probablemente supera lo que muchos imaginan.

Charles Schwab acaba de anunciar oficialmente: a principios de 2026 lanzará servicios de negociación de Bitcoin y Ethereum.

¿Suena como otra institución entrando al sector? No, esta vez es diferente.

¿Qué es Charles Schwab? Uno de los mayores brókeres minoristas de Estados Unidos, con más de 40 millones de clientes y más de 8 billones de dólares en activos bajo gestión. Pero lo más importante: cubre aproximadamente el 30% de los hogares de clase media en EE. UU., siendo la principal puerta de entrada para que los estadounidenses comunes compren acciones, fondos y gestionen sus finanzas.

¿Qué significa esto?

Significa que, a partir de 2026, decenas de millones de familias estadounidenses podrán asignar BTC y ETH directamente en sus cuentas de inversión habituales, igual que compran acciones de Apple. Sin necesidad de descargar nuevas apps, sin tener que entender qué es una cold wallet, tan fácil como operar con su cuenta de valores.

Esto no es un simple comunicado sobre “adopción institucional”, es la apertura total de una infraestructura financiera de nivel nacional.

¿Por qué precisamente en 2026? El momento es demasiado preciso.

Ese año es justo el primero después del halving de BTC; históricamente, este periodo suele marcar el inicio de la fase de mayor subida. El ciclo de bajada de tipos de la Reserva Federal probablemente ya estará asentado para entonces, el marco regulatorio de las stablecoins estará implementado y el proceso de tokenización de activos entrará en una fase sustancial.

Todos los engranajes encajan en el mismo punto temporal.

El sistema financiero tradicional no está esperando: está calculando con precisión el momento de entrada. Cuando la infraestructura, el entorno regulatorio y el ciclo de mercado se alinean, es cuando llega la verdadera avalancha.

2026 podría convertirse en ese año que muchos recuerden como “si en aquel momento…”.