Primero, la conclusión: es posible que las malas noticias ya hayan tocado fondo, pero no esperes que las buenas lleguen de inmediato.
Últimamente, algunos me han preguntado si la oleada de bajadas de tipos en diciembre agotó todas las expectativas. Mi opinión es que, a nivel macroeconómico, las malas noticias prácticamente se han agotado, pero que se acaben no significa que la situación mejore de inmediato; el mercado no va a celebrar simplemente porque "ya no está tan mal".
**El asunto de la bajada de tipos, en realidad, ya está en marcha**
El 1 de diciembre, la Reserva Federal de Estados Unidos detuvo la reducción de su balance, lo cual ya es una señal. A partir de ahí, ya sea que bajen los tipos en cada reunión de política monetaria o cada varios meses, el ciclo de relajación ya ha comenzado oficialmente.
¿Por qué es imprescindible bajar los tipos? Por dos motivos.
Primero, porque el sistema bancario no aguanta más. En un entorno de altos tipos de interés, los bancos comerciales tienen un coste del dinero elevado y no pueden ganar mucho prestando, por lo que algunas entidades tienen la liquidez muy ajustada. En junio, octubre y recientemente, se han producido operaciones de recompra overnight de gran volumen, algo que no se veía de forma tan frecuente desde finales de 2019 y principios de 2020, justo antes de que comenzara aquel ciclo de bajadas de tipos.
Segundo, porque los datos de empleo ya no acompañan. La Reserva Federal se fija en dos indicadores: empleo e inflación. Aunque el cierre del gobierno ha retrasado la publicación de los datos oficiales, los datos de entidades privadas ya son claros: el informe de empleo ADP de noviembre no solo quedó muy por debajo de lo esperado, sino que directamente se volvió negativo. El informe de Goldman Sachs también habla de debilidad en el mercado laboral. Así que mientras el IPC no repunte de repente, la Fed probablemente seguirá inyectando liquidez.
**En la primera mitad de 2026 podrían darse tres escenarios**
Escenario uno: el mercado laboral se hunde, se produce una ola masiva de despidos y la Fed responde bajando los tipos de forma consecutiva. Escenario dos: los datos de empleo son mediocres, no llegan a ser desastrosos pero tampoco buenos, así que las bajadas de tipos serían intermitentes, decidiendo paso a paso. Escenario tres: el IPC repunta de repente, la presión inflacionista vuelve y en la primera mitad de 2026 directamente no bajan más los tipos.
De todos modos, cuando el empleo va mal, el consumo suele estar débil, así que la probabilidad de que el IPC repunte no es muy alta.
Ver originales
Esta página puede contener contenido de terceros, que se proporciona únicamente con fines informativos (sin garantías ni declaraciones) y no debe considerarse como un respaldo por parte de Gate a las opiniones expresadas ni como asesoramiento financiero o profesional. Consulte el Descargo de responsabilidad para obtener más detalles.
15 me gusta
Recompensa
15
5
Republicar
Compartir
Comentar
0/400
SigmaValidator
· hace20h
El recorte de tipos ya es un hecho, pero eso no significa que el mercado vaya a despegar de inmediato, así que mejor aguanta por ahora, aunque tengas dudas.
Ver originalesResponder0
MidnightTrader
· hace20h
Que el mercado haya tocado fondo tras las malas noticias no significa que vaya a subir, mucha gente no entiende esta lógica.
Ver originalesResponder0
JustAnotherWallet
· hace20h
Vaya, otra vez la lógica de que "mientras no sea tan malo" ya se considera positivo. Venga ya, el mercado no es tan barato.
Ver originalesResponder0
Degentleman
· hace20h
Que el mercado haya tocado fondo tras noticias negativas no significa que vaya a subir de inmediato, esa lógica es correcta. Pero, siendo sincero, de los tres escenarios el que más temo es el del colapso del empleo, porque en ese momento realmente nadie se atrevería a entrar.
Ver originalesResponder0
FlashLoanLarry
· hace20h
Se ha tocado fondo en las malas noticias, pero no hay noticias positivas; ¿no es esta la situación más incómoda? En resumen, solo hemos pasado de "muy mal" a "normal-mal", ¿el mercado va a celebrarlo? ¡Ni soñarlo!
Primero, la conclusión: es posible que las malas noticias ya hayan tocado fondo, pero no esperes que las buenas lleguen de inmediato.
Últimamente, algunos me han preguntado si la oleada de bajadas de tipos en diciembre agotó todas las expectativas. Mi opinión es que, a nivel macroeconómico, las malas noticias prácticamente se han agotado, pero que se acaben no significa que la situación mejore de inmediato; el mercado no va a celebrar simplemente porque "ya no está tan mal".
**El asunto de la bajada de tipos, en realidad, ya está en marcha**
El 1 de diciembre, la Reserva Federal de Estados Unidos detuvo la reducción de su balance, lo cual ya es una señal. A partir de ahí, ya sea que bajen los tipos en cada reunión de política monetaria o cada varios meses, el ciclo de relajación ya ha comenzado oficialmente.
¿Por qué es imprescindible bajar los tipos? Por dos motivos.
Primero, porque el sistema bancario no aguanta más. En un entorno de altos tipos de interés, los bancos comerciales tienen un coste del dinero elevado y no pueden ganar mucho prestando, por lo que algunas entidades tienen la liquidez muy ajustada. En junio, octubre y recientemente, se han producido operaciones de recompra overnight de gran volumen, algo que no se veía de forma tan frecuente desde finales de 2019 y principios de 2020, justo antes de que comenzara aquel ciclo de bajadas de tipos.
Segundo, porque los datos de empleo ya no acompañan. La Reserva Federal se fija en dos indicadores: empleo e inflación. Aunque el cierre del gobierno ha retrasado la publicación de los datos oficiales, los datos de entidades privadas ya son claros: el informe de empleo ADP de noviembre no solo quedó muy por debajo de lo esperado, sino que directamente se volvió negativo. El informe de Goldman Sachs también habla de debilidad en el mercado laboral. Así que mientras el IPC no repunte de repente, la Fed probablemente seguirá inyectando liquidez.
**En la primera mitad de 2026 podrían darse tres escenarios**
Escenario uno: el mercado laboral se hunde, se produce una ola masiva de despidos y la Fed responde bajando los tipos de forma consecutiva.
Escenario dos: los datos de empleo son mediocres, no llegan a ser desastrosos pero tampoco buenos, así que las bajadas de tipos serían intermitentes, decidiendo paso a paso.
Escenario tres: el IPC repunta de repente, la presión inflacionista vuelve y en la primera mitad de 2026 directamente no bajan más los tipos.
De todos modos, cuando el empleo va mal, el consumo suele estar débil, así que la probabilidad de que el IPC repunte no es muy alta.