Últimamente, el comportamiento de Bitcoin ha dejado a más de uno desconcertado.
La oferta está disminuyendo, tampoco se ha visto una explosión de presión vendedora, así que en teoría el precio debería mantenerse estable, ¿no? Pues resulta que los 100.000 dólares están a punto de perderse y las teorías conspirativas sobre la “llegada de los bajistas” están por todas partes. Pero la realidad quizás no sea tan dramática: la raíz de esta caída está en el “monedero” del Departamento del Tesoro de EE. UU.
¿Suena increíble? En realidad, la lógica es bastante sencilla. Washington está atascado con el cierre del gobierno y el Tesoro tiene acumulados más de 150.000 millones de dólares en efectivo que, por cuestiones burocráticas, no pueden inyectar en el mercado. No es poca cosa: equivale a drenar una parte considerable de la liquidez del mercado.
¿Hasta qué punto es sensible el mercado cripto a los cambios en la liquidez? Como un río en sequía: cuando baja el nivel, los barcos se quedan encallados. Los institucionales estaban dudando si aumentar posiciones y, de repente, ven que hay mucho menos “dinero vivo” en el mercado; la eficiencia en la rotación del capital cae en picado, ¿quién se atreve a moverse? Así que la demanda de compra se reduce y la presión vendedora se siente mucho más fuerte.
No es una venta de pánico, simplemente un estrangulamiento de precios causado por la sequía de liquidez. El dinero institucional no se atreve a entrar, los minoristas se ponen nerviosos al ver caídas continuas, y una vez que se inicia ese círculo vicioso, el precio cae como fichas de dominó.
En definitiva, la esencia de esta corrección es un problema de liquidez macroeconómica. El verdadero factor clave para que Bitcoin pueda recuperar su posición podría ser cuándo se descongele ese dinero del Tesoro y entre en el mercado. Por muy fuerte que sea el aspecto técnico, sin dinero entrando no sirve de nada.
Esta página puede contener contenido de terceros, que se proporciona únicamente con fines informativos (sin garantías ni declaraciones) y no debe considerarse como un respaldo por parte de Gate a las opiniones expresadas ni como asesoramiento financiero o profesional. Consulte el Descargo de responsabilidad para obtener más detalles.
Últimamente, el comportamiento de Bitcoin ha dejado a más de uno desconcertado.
La oferta está disminuyendo, tampoco se ha visto una explosión de presión vendedora, así que en teoría el precio debería mantenerse estable, ¿no? Pues resulta que los 100.000 dólares están a punto de perderse y las teorías conspirativas sobre la “llegada de los bajistas” están por todas partes. Pero la realidad quizás no sea tan dramática: la raíz de esta caída está en el “monedero” del Departamento del Tesoro de EE. UU.
¿Suena increíble? En realidad, la lógica es bastante sencilla. Washington está atascado con el cierre del gobierno y el Tesoro tiene acumulados más de 150.000 millones de dólares en efectivo que, por cuestiones burocráticas, no pueden inyectar en el mercado. No es poca cosa: equivale a drenar una parte considerable de la liquidez del mercado.
¿Hasta qué punto es sensible el mercado cripto a los cambios en la liquidez? Como un río en sequía: cuando baja el nivel, los barcos se quedan encallados. Los institucionales estaban dudando si aumentar posiciones y, de repente, ven que hay mucho menos “dinero vivo” en el mercado; la eficiencia en la rotación del capital cae en picado, ¿quién se atreve a moverse? Así que la demanda de compra se reduce y la presión vendedora se siente mucho más fuerte.
No es una venta de pánico, simplemente un estrangulamiento de precios causado por la sequía de liquidez. El dinero institucional no se atreve a entrar, los minoristas se ponen nerviosos al ver caídas continuas, y una vez que se inicia ese círculo vicioso, el precio cae como fichas de dominó.
En definitiva, la esencia de esta corrección es un problema de liquidez macroeconómica. El verdadero factor clave para que Bitcoin pueda recuperar su posición podría ser cuándo se descongele ese dinero del Tesoro y entre en el mercado. Por muy fuerte que sea el aspecto técnico, sin dinero entrando no sirve de nada.