Esto es algo increíble que sorprendió a todos en 2025: los inversores minoristas lo han petado este año. Hablamos de gente corriente superando a los hedge funds, batiendo al S&P 500 y dejando al Nasdaq atrás.

¿Cómo sucedió esto? Mientras los actores institucionales se ceñían a sus manuales tradicionales, los traders minoristas se subieron a las olas de momentum, aprovecharon las subidas de las meme stocks y cazaron los pumps de criptomonedas en el momento perfecto. La democratización de las herramientas de trading y el flujo de información en tiempo real igualaron el terreno de juego de formas que nadie había previsto.

¿Hedge funds? Se quedaron descolocados con estrategias demasiado complicadas. ¿Los grandes índices? Sí, obtuvieron ganancias, pero las carteras minoristas mostraron cifras que hicieron que los analistas de Wall Street miraran dos veces. Las comunidades de inversión impulsadas por redes sociales compartían alfa más rápido de lo que cualquier terminal de Bloomberg podía procesar.

No fue solo suerte. Los inversores minoristas se adaptaron rápido, asumieron riesgos calculados en sectores emergentes y no estuvieron lastrados por comités de inversión burocráticos. Se movieron rápido, mantuvieron la agilidad y este año demostraron que, a veces, la multitud sabe algo que los ejecutivos con traje no.