La verdad, en este mundillo, es mejor tener la mano firme que la mente rápida.

Cuando empecé, tenía deudas y solo me quedaban 4000 yuanes para sobrevivir. ¿Y ahora? Mi saldo ya está en ocho cifras. Suena a chiste, pero los que lo han vivido lo entienden: no es cuestión de talento especial, es de machacar con una única “estrategia de apalancamiento agresivo”, sumado a la dureza que da la perseverancia.

Hoy quiero sacar a la luz la experiencia que he acumulado durante estos años de batallas, es simplemente un registro personal de mis prácticas, tomadlo como referencia.

**Fase inicial: reglas de supervivencia con poco capital**

Muchos entran pensando en convertir unos miles en un millón, y en tres días ya han vaciado la cuenta. Yo hice justo lo contrario.

Empecé con muy poco dinero y seguí dos reglas de hierro:
- ¿Las ganancias suben un 80%? Retiro el capital de inmediato.
- ¿Pierdo un 30%? Cierro la posición sin dudar.

Si encadenaba tres operaciones ganadoras, me obligaba a parar. Así hacía crecer el capital: 100→180→324→583U… La mano puede ser ágil, pero la cabeza debe estar fría. Cada vez que completaba una ronda, me obligaba a alejarme del mercado un día entero. Es esa autodisciplina antinatural la que evitó que me liquidaran en la “aldea de principiantes”.

En esta etapa, lo más letal es la avaricia y el FOMO. Ves a otros hacerse ricos y no puedes quedarte quieto, entras directo a convertirte en carne de cañón. Mi lección: con poco capital, tu única regla debe ser “proteger el capital”.

**Fase avanzada: estrategia de tres carteras tras superar los 1000U**

Cuando superé los 1000U, dejé atrás la mentalidad minorista de meterlo todo en una sola operación y empecé a dividir el capital en tres posiciones independientes, cada una con una función distinta.

**Cartera relámpago**: solo para aprovechar las ventanas horarias en las que entran instituciones de EE. UU. y Europa