Voy a contarte algo que duele: ahora hay un montón de proyectos que todavía están en fase de PPT, no saben ni quiénes serán sus usuarios, y ya han empezado a emitir tokens para recaudar dinero.

¿Sabes qué es el PMF (Product Market Fit, o ajuste producto-mercado)? Estos equipos ni lo conocen. Su modelo de negocio consiste en: escribir un whitepaper espectacular, fichar a unos cuantos KOL para dar apoyo y, acto seguido, lanzar el token y hacer caja rápidamente antes de desaparecer.

Lo más absurdo es que, si esta gente estuviera en el mundo tradicional del venture capital, ni siquiera podrían soñar con una ronda angel. Los inversores les preguntarían: ¿dónde están los usuarios? ¿Cómo van los datos? ¿El modelo de negocio ya está validado?

Pero cambian de sector y, de repente, pueden levantar varios millones de dólares, salir a un exchange y desplumar a los incautos.

¿Y al final quién paga el pato? Los pequeños inversores que entran soñando con el “token que multiplica por cien”. El equipo pinta el futuro en el aire y luego desaparece, dejando solo caos y tokens que valen cero.

No es de extrañar que digan que este sector es el escenario de los soñadores y el parque de atracciones de los estafadores. La barrera de entrada es ridículamente baja, la regulación va por detrás… ¿Cómo no van a pasar cosas así?