¿Honestamente? Demasiadas normas matan la innovación. Fíjate en cómo los mercados fuertemente regulados tienen dificultades para adoptar las criptomonedas: hay burocracia por todas partes. Cuando los reguladores imponen restricciones, los emprendedores no pueden experimentar. Se necesita espacio para desarrollar ideas locas, probar conceptos arriesgados. Pero si cada paso requiere formularios de aprobación y controles de cumplimiento, no surge nada revolucionario. Los mejores proyectos aparecen donde hay margen para fracasar rápido e iterar. La sobrerregulación no protege a nadie; solo congela el progreso.
Ver originales
Esta página puede contener contenido de terceros, que se proporciona únicamente con fines informativos (sin garantías ni declaraciones) y no debe considerarse como un respaldo por parte de Gate a las opiniones expresadas ni como asesoramiento financiero o profesional. Consulte el Descargo de responsabilidad para obtener más detalles.
10 me gusta
Recompensa
10
3
Republicar
Compartir
Comentar
0/400
OnchainDetectiveBing
· 12-07 03:43
La regulación, la verdad es que hay que encontrar un equilibrio. Dejarlo todo al libre albedrío no funciona, pero atarlo demasiado tampoco... Mira en Estados Unidos, han surgido bastantes proyectos innovadores, mientras que en la Unión Europea, con tantas normativas acumuladas, no hay mucho progreso.
Ver originalesResponder0
SmartContractRebel
· 12-07 03:43
Eso es cierto, pero por otro lado, dejarlo completamente sin control también sería un desastre. Tiene que haber un punto de equilibrio, si no, mañana tendremos otro caso como el de FTX.
Ver originalesResponder0
GhostWalletSleuth
· 12-07 03:41
La regulación, dicho claramente, no es más que una soga que estrangula la creatividad.
¿Honestamente? Demasiadas normas matan la innovación. Fíjate en cómo los mercados fuertemente regulados tienen dificultades para adoptar las criptomonedas: hay burocracia por todas partes. Cuando los reguladores imponen restricciones, los emprendedores no pueden experimentar. Se necesita espacio para desarrollar ideas locas, probar conceptos arriesgados. Pero si cada paso requiere formularios de aprobación y controles de cumplimiento, no surge nada revolucionario. Los mejores proyectos aparecen donde hay margen para fracasar rápido e iterar. La sobrerregulación no protege a nadie; solo congela el progreso.