El 2 de diciembre llegó una noticia inesperada: el equipo de un presidente en funciones suspendió repentinamente la última entrevista prevista para el candidato a presidente de la Reserva Federal. Pero esta cancelación aparentemente repentina ya tenía señales previas: el día anterior, en una reunión del gabinete, alguien había revelado que la lista de candidatos se había "reducido a una sola persona".

Todas las pistas apuntan a un mismo nombre: Kevin Hassett, actual director del Consejo Nacional de Economía de la Casa Blanca.

¿La probabilidad que da el mercado? Más del 80%. Incluso alguien bromeó en la reunión: "Ese candidato potencial está hoy presente, es digno de todo respeto". Dicho esto, la respuesta es evidente.

Repasando todo el proceso de selección: de una lista inicial de 11 personas, se redujo a una terna de 5 y ahora solo queda uno. Hassett, de 63 años, ha estado en cabeza desde el verano, manteniendo la ventaja. No es una cara nueva: ya fue presidente del Consejo de Asesores Económicos de la Casa Blanca en 2017, y en enero de este año regresó al círculo central para dirigir el Consejo Nacional de Economía.

Pero lo más interesante es el cambio de postura. Este economista, que en su día defendía la independencia de la Fed, ha criticado frecuentemente las políticas del actual presidente Powell y se ha pronunciado abiertamente a favor de recortes de tipos, llegando a declarar que "el daño de los tipos altos a la economía es mucho mayor que la propia inflación", insinuando que, de ser nombrado, ajustaría la política de inmediato.

Tras la noticia, el mercado reaccionó al instante: los rendimientos de los bonos estadounidenses a largo plazo cayeron. La herramienta "FedWatch" de CME muestra que la probabilidad de un recorte de 25 puntos básicos en diciembre ya alcanza el 87,6%, y la de un recorte acumulado de 50 puntos básicos en enero se acerca al 30%.

La lógica de Wall Street es clara: este candidato cuenta tanto con la credibilidad de los mercados financieros como con la lealtad que espera el equipo de gobierno. ¿Qué rumbo tomarán ahora los mercados globales? ¿Cómo se trasladarán las expectativas de recortes a los distintos activos? Habrá que seguir atentos.