La economía de los trabajos secundarios acaba de recibir un nuevo nombre: poliempleo.

En todo Estados Unidos, cada vez más personas compaginan varios trabajos a la vez, no por proyectos apasionantes o aficiones de fin de semana, sino por pura necesidad. La inflación sigue mermando los sueldos mientras los salarios apenas suben. El alquiler aumenta, la compra es más cara y ese sueldo del trabajo de 9 a 5 ya no llega tan lejos como antes.

Así que la gente se adapta. Conducen para apps de transporte después de la oficina, hacen trabajos freelance los fines de semana o aceptan contratos en remoto entre reuniones. No es precisamente el sueño, pero se está convirtiendo en la nueva normalidad cuando una sola fuente de ingresos ya no cubre lo básico.

Este cambio importa más allá de las finanzas personales: es señal de una presión económica más amplia que repercute en todos los mercados, incluido el cripto. Cuando el ingreso disponible disminuye y el estrés financiero aumenta, la gente busca alternativas. Algunos recurren a DeFi para oportunidades de rentabilidad. Otros exploran formas de protegerse contra la devaluación de la moneda. El sistema tradicional no funciona para todos, y es precisamente entonces cuando los sistemas financieros alternativos empiezan a resultar más atractivos.