Cathie Wood, la directora de ARK Invest, ha hecho recientemente una observación bastante interesante: dice que la economía estadounidense lleva tres años luchando en una “recesión rotatoria”, pero que ahora la situación está empezando a cambiar.
¿Qué es una recesión rotatoria? Significa que distintos sectores sufren las dificultades de manera alterna; cuando uno parece recuperarse, otro vuelve a caer. Sin embargo, Wood cree que ahora están confluyendo varias fuerzas: los tipos de interés empiezan a relajarse, la liquidez del mercado se está recuperando y las empresas están invirtiendo dinero real en la actualización tecnológica. Tomados en conjunto, estos indicios parecen estar gestando un nuevo ciclo.
Ella tiene especial confianza en 2026. ¿Por qué no el año que viene? Porque la transmisión de las políticas lleva tiempo. Ahora la Fed ya ha suavizado su discurso y una bajada de tipos en diciembre es prácticamente segura, pero el efecto expansivo de esta medida necesita ir filtrándose poco a poco: en 2025 empezará a notarse más y el verdadero impulso llegará en 2026. Además, la política fiscal también se está relajando, y con ambos motores en marcha, la liquidez mejorará.
Algunos temen que bajar los tipos reactive la inflación. Wood no lo ve así. Su lógica es: si la bajada de tipos viene acompañada de un fuerte aumento de la productividad, el dinero irá a la innovación y la inversión, no a la especulación. Si sube la productividad, los costes se mantienen a raya y el avance tecnológico acaba compensando la inflación.
La clave está en la productividad. Wood señala que ya se está activando el efecto clúster tecnológico: la IA, la automatización y las nuevas energías no avanzan por separado, sino que empiezan a potenciarse mutuamente. Una vez que este efecto combinado se ponga en marcha, la resiliencia del crecimiento económico será completamente distinta.
Así que su pronóstico es: en los próximos dos años, la combinación de bajos tipos de interés y alta productividad irá fermentando poco a poco, y 2026 podría ser un punto de inflexión. Al final incluso dijo algo bastante optimista: espera que todos podamos disfrutar de un “feliz 2026”.
Por supuesto, esta es la perspectiva de una gestora. Si el mercado seguirá el guion o no, dependerá de los datos reales y de la fuerza con la que se apliquen las políticas. Pero al menos desde la lógica macroeconómica, esta narrativa sí que resulta interesante.
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GweiWatcher
· hace22h
El análisis de Wood está bastante interesante, aunque 2026 suena un poco lejano, ¿quién sabe qué podría pasar por el camino?
La lógica sobre la productividad me convence, pero ¿realmente las bajadas de tipos pueden contener la inflación? Al final, habrá que fijarse en los datos concretos.
La idea de una recesión rotativa está bien explicada, pero lo importante ahora es en qué invertir, y la parte de IA sí que está despegando.
Es muy probable que haya una bajada de tipos en diciembre, pero lo clave es cuándo llegará realmente la liquidez.
Wood siempre ha sido bastante optimista, pero esta vez sus argumentos parecen más sólidos que antes, merece la pena seguirlo de cerca.
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TokenTherapist
· hace22h
¿2026? Espera un momento, ¿esta lógica se sostiene?
Una recesión rotativa suena como apostar a que la transmisión de políticas no tendrá problemas, pero ¿qué pasa cuando se pone en práctica?
Suponer que el aumento de la productividad compensará la inflación es demasiado idealista.
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ZeroRushCaptain
· hace22h
¿2026, eh...? Apuesto a que habrá cinco caídas del 50%, para entonces seguiremos dando vueltas en una recesión prolongada.
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LightningLady
· hace23h
Estoy bastante de acuerdo con el concepto de recesión rotativa, es que estos años siempre hay alguien quejándose.
¿2026...? ¿No decían que el año que viene despegaría? Ahora hay que esperar otro poco más.
Wood es así, siempre optimista hasta el extremo, pero la verdad es que el impulso de la IA es real, si de verdad mejora la productividad, puede haber potencial.
La combinación de bajada de tipos + productividad suena bien, la clave es si las empresas realmente van a invertir dinero, o si simplemente van a especular de nuevo.
Vamos a esperar, de todas formas ya he perdido bastante siguiendo su cartera, jajaja.
2026 queda un poco lejos, parece que siempre se puede hacer una predicción optimista, pero no sabes si realmente se cumplirá cuando llegue el momento.
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MiningDisasterSurvivor
· hace23h
Otra vez la historia de 2026, ya he vivido demasiadas veces ese guion de "el año que viene despegamos".
En 2018 también hubo gente que lo decía, ¿y qué pasó...? Esa lógica de la productividad suena bien pero en la práctica todo es un esquema de dinero; en cuanto bajan los tipos y hay más liquidez, todo se va hacia la alta tecnología, y luego una generación de inversores novatos se queda atrapada en la cima.
Está bien ser optimista, pero no esperes que el dinero realmente fluya hacia la innovación; la historia me ha enseñado que ese dinero acaba en los bolsillos de los capitalistas y en manos de los que compran caro.
Cathie Wood, la directora de ARK Invest, ha hecho recientemente una observación bastante interesante: dice que la economía estadounidense lleva tres años luchando en una “recesión rotatoria”, pero que ahora la situación está empezando a cambiar.
¿Qué es una recesión rotatoria? Significa que distintos sectores sufren las dificultades de manera alterna; cuando uno parece recuperarse, otro vuelve a caer. Sin embargo, Wood cree que ahora están confluyendo varias fuerzas: los tipos de interés empiezan a relajarse, la liquidez del mercado se está recuperando y las empresas están invirtiendo dinero real en la actualización tecnológica. Tomados en conjunto, estos indicios parecen estar gestando un nuevo ciclo.
Ella tiene especial confianza en 2026. ¿Por qué no el año que viene? Porque la transmisión de las políticas lleva tiempo. Ahora la Fed ya ha suavizado su discurso y una bajada de tipos en diciembre es prácticamente segura, pero el efecto expansivo de esta medida necesita ir filtrándose poco a poco: en 2025 empezará a notarse más y el verdadero impulso llegará en 2026. Además, la política fiscal también se está relajando, y con ambos motores en marcha, la liquidez mejorará.
Algunos temen que bajar los tipos reactive la inflación. Wood no lo ve así. Su lógica es: si la bajada de tipos viene acompañada de un fuerte aumento de la productividad, el dinero irá a la innovación y la inversión, no a la especulación. Si sube la productividad, los costes se mantienen a raya y el avance tecnológico acaba compensando la inflación.
La clave está en la productividad. Wood señala que ya se está activando el efecto clúster tecnológico: la IA, la automatización y las nuevas energías no avanzan por separado, sino que empiezan a potenciarse mutuamente. Una vez que este efecto combinado se ponga en marcha, la resiliencia del crecimiento económico será completamente distinta.
Así que su pronóstico es: en los próximos dos años, la combinación de bajos tipos de interés y alta productividad irá fermentando poco a poco, y 2026 podría ser un punto de inflexión. Al final incluso dijo algo bastante optimista: espera que todos podamos disfrutar de un “feliz 2026”.
Por supuesto, esta es la perspectiva de una gestora. Si el mercado seguirá el guion o no, dependerá de los datos reales y de la fuerza con la que se apliquen las políticas. Pero al menos desde la lógica macroeconómica, esta narrativa sí que resulta interesante.