La Marina Real británica acaba de desplegar una unidad especializada centrada en proteger los cables submarinos frente a posibles amenazas rusas. Estos cables son la columna vertebral de la conectividad global a Internet y, por extensión, de todo el ecosistema cripto y blockchain. Cualquier interrupción podría suponer serios problemas para las transacciones transfronterizas y las redes descentralizadas. La seguridad de la infraestructura física ya no es solo una preocupación militar; está convirtiéndose en una pieza clave para la resiliencia de la Web3.
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La Marina Real británica acaba de desplegar una unidad especializada centrada en proteger los cables submarinos frente a posibles amenazas rusas. Estos cables son la columna vertebral de la conectividad global a Internet y, por extensión, de todo el ecosistema cripto y blockchain. Cualquier interrupción podría suponer serios problemas para las transacciones transfronterizas y las redes descentralizadas. La seguridad de la infraestructura física ya no es solo una preocupación militar; está convirtiéndose en una pieza clave para la resiliencia de la Web3.