#数字货币市场洞察 Recientemente, Vitalik Buterin lanzó en Devconnect una predicción que quita el sueño: la computación cuántica podría romper la defensa de la criptografía de curva elíptica antes de las elecciones estadounidenses de 2028. Y hay que recordar que esto es uno de los pilares que sostiene todo el mundo cripto.

Tras este comentario, la comunidad se dividió en dos bandos enfrentados.

El analista de datos on-chain Charles Edwards fue el primero en respaldar la preocupación, afirmando que los mejores expertos ya están simulando el impacto de la computación cuántica en BTC. Hizo especial hincapié en que la “ventana de tres años” de la que habla Vitalik no es alarmismo: el sector ya no puede seguir haciendo de avestruz.

Pero el físico David M. Antonelli respondió de inmediato. Aportó datos indicando que, incluso siguiendo la hoja de ruta más ambiciosa de gigantes como IBM, Google o Quantinuum, para 2030 como mucho conseguirán unos pocos miles de qubits físicos. ¿Y para romper los algoritmos criptográficos? Harían falta millones de qubits lógicos, y entre medias hay un abismo tecnológico.

Tom Lee también compartió la noticia, sin dar su opinión, pero ese “mirar sin comentar” ya dice mucho: los grandes del sector están expectantes.

La situación ahora es delicada: nadie se atreve a garantizar que no habrá problemas en 2028. Pero se está formando un consenso: la amenaza cuántica no es una cuestión de “si llegará o no”, sino de “cuándo llegará”. Y, viendo el ritmo actual de la computación cuántica, la ventana de tiempo para que la industria cripto se prepare podría ser más corta de lo que muchos imaginan.

Toca actualizar los protocolos que necesitan actualizarse, y ponerse ya con la investigación de algoritmos resistentes a la computación cuántica. Si esperamos a que el problema sea real, será demasiado tarde.