El año pasado tuve un alumno que, cuando empezó en el sector, ni siquiera sabía leer un gráfico de velas.

¿El resultado? Este tipo, usando un método que parecía rematadamente torpe, convirtió 6000U en 170.000 en solo tres meses. Sin trucos místicos ni información privilegiada, simplemente una férrea disciplina.

A su estrategia la llamo "Las cinco reglas de hierro":

**Primera: Siempre empezar con una posición pequeña.**
Divide los 6000U en 60 partes y la primera operación solo abre 100U. Los demás se reían de lo conservador que era, pero sobrevivía más que nadie. Cada vez que ganaba, aumentaba la posición según una fórmula fija, sin improvisar.

**Segunda: Fijarse en una sola señal de entrada.**
En el gráfico de 1 hora, observa si la media móvil de 7 días cruza la de 21, luego cambia al gráfico de 4 horas para confirmar que el MACD se vuelve rojo por debajo de la línea cero. Si se cumple, entra; si no, espera. Esta táctica tiene una tasa de acierto sorprendente.

**Tercera: Ejecutar el stop loss y take profit de forma mecánica.**
En cuanto abre la operación, coloca las órdenes: si va en contra un 1%, corta inmediatamente; si va a favor un 3%, cierra al instante. Además, pone una alarma de tiempo. Mientras otros siguen mirando la pantalla dudando, él ya ha asegurado su ganancia.

**Cuarta: Llevar el interés compuesto al extremo.**
La primera vez que gana, divide el capital y las ganancias a la mitad para reinvertir; la segunda vez, solo apuesta el 2% del total de fondos. Parece tímido, pero en realidad está haciendo crecer la bola de nieve matemáticamente.

**Quinta: Evitar las "horas mortales".**
No toca nada antes ni después de la publicación de datos de empleo en EE.UU., ni los viernes de 20:00 a 22:00, y solo opera de 1:00 a 3:00 de la madrugada. Es una lección que aprendió perdiendo dinero real: esas franjas horarias son una trituradora para pequeños inversores.

¿Es un método torpe? Torpe hasta el extremo. Pero alguien multiplicó su dinero más de veinte veces con él.

El mercado siempre elimina a los impacientes. Al final, lo que cuenta es la mentalidad y la disciplina. Algunos se consagran paso a paso, otros siempre mueren persiguiendo el sueño de hacerse ricos de la noche a la mañana.

No envidies las ganancias ajenas; pregúntate si puedes ser así de “torpe” en tu constancia. Este sector es una carrera larga: avanzar con paso firme es la clave.