¿La última jugada de BlackRock? Están apostando todo al desarrollo de la infraestructura que hay detrás de la IA: la clásica estrategia de "vender picos y palas". En vez de apostar por qué empresa de IA ganará, están apuntando a los ganadores asegurados: fabricantes de chips, centros de datos, infraestructura energética. El dinero inteligente reconoce que, en cualquier fiebre del oro, vender palas es más rentable que buscar oro. Este enfoque es similar a lo que estamos viendo en los proyectos de cripto e IA: el verdadero valor puede que no esté en el token de IA más llamativo, sino en los protocolos y la infraestructura que alimentan todo el ecosistema. Cuando el mayor gestor de activos del mundo toma esta decisión, merece la pena prestar atención a dónde fluye el dinero de verdad.