En el mercado cripto, lo más caro no es el token, es la mentalidad.

Cuando el mercado está deprimido, los minoristas se ponen a despotricar en masa: que si el equipo del proyecto está esquilmando a los pequeños, que si las ballenas manipulan el precio. ¿Ves cómo otros aprovechan la volatilidad para ganar intereses compuestos? Qué envidia, ¿verdad? Y cuando llega el bullrun, al ver que el vecino ha hecho un x10 apostando fuerte, te entran ganas de tirar todas tus shitcoins.

En el fondo, el problema no es técnico. Es que tu mentalidad no va al ritmo del mercado: cuando sube, tienes miedo de comprar caro; cuando baja, temes atrapar un cuchillo cayendo. Tanto si sube como si baja, siempre estás nervioso, dejando que las velas te dominen. ¿De verdad envidias la cifra de la cuenta ajena? Lo que admiras es la determinación para actuar cuando toca, y la calma para esperar cuando es necesario.

Los que realmente sobreviven en el mercado cripto nunca lo hacen por suerte. ¿Qué hacer durante los laterales interminables? ¿Te atreves a entrar tras una corrección profunda? ¿Cuánto capital dejas en subidas? Cada fase tiene su método.

Deja de fijarte en cuánto ganan los demás y céntrate primero en perfeccionar tu propio sistema de trading. Los ciclos del mercado son algo que se entiende de verdad tras haber vivido varias vueltas.