¿Dejar las cuentas oficiales de redes sociales en manos de empleados comunes? Si lo piensas bien, es realmente aterrador.
Un trabajador que cobra 2.000 euros al mes podría tener en sus manos la llave de una cuenta que genera millones de dólares al día. ¿Te imaginas la tentación? Incluso los hackers apuntan a las cuentas de Twitter de famosos y grandes instituciones; basta con poner una dirección de CA para recaudar varios millones de dólares.
¿Y si al empleado se le pasa algo por la cabeza? No hace falta que haga el mal cada día; basta con que elija un solo día del año y le bastará para vivir diez años. Este tipo de riesgo es más letal que cualquier vulnerabilidad técnica, porque la naturaleza humana siempre es lo más difícil de prevenir.
Muchos equipos de proyectos quizá aún no se han dado cuenta: el mayor riesgo de seguridad no siempre está en el código, sino en la persona que publica los tuits cada día.
Ver originales
Esta página puede contener contenido de terceros, que se proporciona únicamente con fines informativos (sin garantías ni declaraciones) y no debe considerarse como un respaldo por parte de Gate a las opiniones expresadas ni como asesoramiento financiero o profesional. Consulte el Descargo de responsabilidad para obtener más detalles.
7 me gusta
Recompensa
7
5
Republicar
Compartir
Comentar
0/400
LiquidationAlert
· 12-08 13:04
El corazón humano es más venenoso que las vulnerabilidades.
Ver originalesResponder0
StopLossMaster
· 12-08 12:59
La naturaleza humana siempre es lo más difícil de controlar.
Ver originalesResponder0
StableGeniusDegen
· 12-08 12:56
La naturaleza humana es la mayor vulnerabilidad.
Ver originalesResponder0
BridgeJumper
· 12-08 12:54
La naturaleza humana es difícil de prever, hermano.
¿Dejar las cuentas oficiales de redes sociales en manos de empleados comunes? Si lo piensas bien, es realmente aterrador.
Un trabajador que cobra 2.000 euros al mes podría tener en sus manos la llave de una cuenta que genera millones de dólares al día. ¿Te imaginas la tentación? Incluso los hackers apuntan a las cuentas de Twitter de famosos y grandes instituciones; basta con poner una dirección de CA para recaudar varios millones de dólares.
¿Y si al empleado se le pasa algo por la cabeza? No hace falta que haga el mal cada día; basta con que elija un solo día del año y le bastará para vivir diez años. Este tipo de riesgo es más letal que cualquier vulnerabilidad técnica, porque la naturaleza humana siempre es lo más difícil de prevenir.
Muchos equipos de proyectos quizá aún no se han dado cuenta: el mayor riesgo de seguridad no siempre está en el código, sino en la persona que publica los tuits cada día.