Una operación de estafa con base en Filipinas acaba de experimentar el karma en tiempo real. Un justiciero tecnológico vulneró la infraestructura de su centro de llamadas en plena operación: tomó el control total de las cámaras de vigilancia, cambió las credenciales de administrador, todo al completo. ¿El supervisor? Completamente descolocado. Ver a los estafadores probar su propia medicina impacta distinto cuando lo ves retransmitido en directo.
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Una operación de estafa con base en Filipinas acaba de experimentar el karma en tiempo real. Un justiciero tecnológico vulneró la infraestructura de su centro de llamadas en plena operación: tomó el control total de las cámaras de vigilancia, cambió las credenciales de administrador, todo al completo. ¿El supervisor? Completamente descolocado. Ver a los estafadores probar su propia medicina impacta distinto cuando lo ves retransmitido en directo.