Para los equipos y fundadores que gestionan un Launchpad, lo más sensato en realidad es quedarse callados. No hagas comentarios públicos sobre qué token va a despegar y cuál no. Piénsalo: intentan influir en la opinión pública o destacar ciertos tokens de su plataforma a través de declaraciones, ¿qué beneficio real pueden obtener? Prácticamente ninguno. Al contrario, es fácil acabar perjudicado.

En resumen, en cuanto respaldas públicamente un proyecto, ¿qué pensarán las comunidades de los otros tokens que no has mencionado? Y si el token que apoyaste se desploma, o el que no mencionaste se dispara, ¿no te estarías contradiciendo? Es mejor dejar que el mercado hable por sí mismo; mantener la neutralidad es la estrategia más sostenible a largo plazo. Al fin y al cabo, un Launchpad no es más que una plataforma de lanzamiento: que un proyecto tenga éxito o no depende de su propia solidez y de la aceptación del mercado. Si la plataforma se implica demasiado, solo traerá problemas.