Un documento recién publicado sobre la estrategia de seguridad nacional de la actual administración estadounidense lanza una advertencia contundente: Europa se enfrenta a lo que denominan una "aniquilación civilizacional".

La expresión en sí es impactante—no es el lenguaje diplomático habitual. Este tipo de valoración tan tajante por parte de Washington no se queda solo en los círculos políticos. Tiene repercusiones en los mercados, modifica la percepción sobre los activos refugio y lleva a los inversores a replantearse su exposición a los sistemas financieros tradicionales. Cuando las tensiones geopolíticas escalan de esta forma, el capital suele buscar alternativas. Habrá que observar cómo evoluciona esta narrativa y si acelera la conversación en curso sobre los sistemas descentralizados como cobertura frente a la inestabilidad institucional.