He visto a demasiada gente que, con un pequeño capital, quiere multiplicarlo de la noche a la mañana y al final, en menos de un mes, su cuenta queda a cero. Pero tengo un amigo que es diferente: convirtió 1500U en 45.000U, y no fue cuestión de suerte, sino de seguir a rajatabla unos cuantos principios inquebrantables.

Primero, el tema de la gestión de posiciones. Él nunca pone todo su dinero en una sola dirección: 500U los dedica exclusivamente a operaciones a corto plazo, toma beneficios en cuanto ve una subida del 3% y liquida la posición sin fantasear con cuánto más podría subir; otros 500U los reserva para oportunidades de swing trading, pero con un criterio muy exigente: si el beneficio esperado es inferior al 15%, ni se lo plantea; y los últimos 500U son intocables, un fondo de emergencia que no toca por muy atractiva que sea la situación del mercado. Esta forma de dividir el capital parece conservadora, pero en realidad le permite ajustar su operativa en cualquier momento y evitar perderlo todo en una sola corrección.

Luego, cómo elige el momento de entrar. La mayor parte del tiempo, el mercado está lateral y aburre al personal: entrar y salir constantemente solo sirve para regalar dinero en comisiones. Su método es simple y directo: si no lo ve claro, se queda fuera, y solo entra cuando la señal de tendencia es evidente. Recuerdo que, cuando una de las principales criptomonedas rompió una resistencia clave y empezó a subir con fuerza, él aprovechó esa tendencia y ganó un 25%. Tras obtener beneficios, retiró una parte sin intentar rascar el último céntimo. Muchos principiantes quieren pillar todos los movimientos y acaban perdiendo poco a poco; es mejor centrarse en una o dos grandes oportunidades y aprovecharlas bien.

Lo más importante es su disciplina en la ejecución. Si una operación pierde un 2%, corta pérdidas sin dudar, nunca espera milagros ni rebotes; si el beneficio supera el 5%, vende la mitad y sube el stop loss de la otra mitad al precio de entrada, asegurándose al menos de no perder; jamás promedia a la baja en posiciones perdedoras, porque ha visto demasiados casos de gente que acaba hundiéndose más. Nadie acierta siempre la dirección, pero si controlas las pérdidas de cada operación, a largo plazo la cuenta crece sola.

Convertir un pequeño capital en uno grande no requiere ningún talento especial; lo importante es tener una estrategia comprobada y ejecutarla con rigor. El camino de 1500U a 45.000U, en resumidas cuentas, consiste en controlar el riesgo y aprovechar bien las oportunidades; lo demás es secundario.