Esta mañana estuve siguiendo el oro y de nuevo el familiar ritmo de consolidación: los alcistas y bajistas no se dan tregua, el precio oscila repetidamente en la zona clave. El impulso alcista del viernes pasado, que llevó el precio hasta los 4.260 dólares, apenas había calentado motores cuando llegó una corrección profunda; ayer, el oro estuvo toda la jornada consolidando alrededor del nivel redondo de los 4.200 dólares. En resumen, todo el mundo está esperando la decisión sobre los tipos de interés de la Reserva Federal este jueves, y en estos momentos nadie se atreve a apostar fuerte por ningún lado.

La situación es bastante clara: el oro se mueve en un rango amplio de consolidación. Por arriba, la zona de los 4.220 a 4.230 dólares es una resistencia evidente; ayer se intentó varias veces romperla sin éxito, y si hoy vuelve a intentarlo será otro hueso duro de roer. Por abajo, entre 4.185 y 4.175 dólares está el soporte clave del rango reciente: sólo aguantando ahí se puede pensar en un rebote. En cuanto a los fundamentales, la expectativa de bajadas de tipos sigue sosteniendo el precio y evita caídas bruscas, pero el repunte de los rendimientos de los bonos estadounidenses frena cualquier subida; las fuerzas compradoras y vendedoras están en equilibrio y es difícil ver un movimiento direccional fuerte en el corto plazo.

¿Cómo operar concretamente? Mi planteamiento es el siguiente:

Si quieres entrar en largo, ¡ni se te ocurra perseguir el precio! Espera a que el oro retroceda hasta la zona de 4.185-4.190 dólares, asegúrate de que no pierde el 4.185 y entra con una posición pequeña, con el stop por debajo de 4.170 para protegerte. El objetivo sería primero la zona de 4.210-4.220 dólares. Si llega a la resistencia, recoge beneficios sin avaricia, no esperes ganar todo de golpe.

Si prefieres el lado corto, espera al rebote. Puedes plantearte una entrada si el precio sube a 4.220-4.225 dólares; si no logra romper los 4.230, mejor aún. Coloca el stop por encima de 4.240 y busca objetivos en 4.200-4.190 dólares. Recuerda cerrar posiciones cerca del soporte, no te encierres en una lucha contra el mercado.

Dos puntos clave: primero, ¡control de posición! No arriesgues más del 2% del capital por operación; en mercados laterales lo peor es ir sobreapalancado, las barridas de stops pueden ser mortales. Segundo, evita el ruido de los datos: si por la mañana se publican datos económicos menores, el mercado puede volverse impredecible; mejor operar tras su publicación o, si no, ampliar el stop 2-3 dólares para dar margen.

Para terminar, antes de la decisión de la Fed este jueves, lo más probable es que continúe la consolidación. No intentes adivinar techos o suelos ni anticipar la dirección; limítate a operar movimientos cortos siguiendo los niveles técnicos. Si sigues este plan hoy, es razonable sacar provecho de la volatilidad. Eso sí, si el precio rompe claramente —por debajo de 4.175 o por encima de 4.230— toca cambiar la estrategia y seguir la nueva tendencia, no te obceques. El mercado siempre tiene la razón: la clave está en adaptarse para sobrevivir.