Me acabo de enterar de algo interesante: al parecer, el gobierno de EE. UU. va a quedarse ahora con un 25% de las ventas de chips H200 que se dirigen a China. Sí, esas GPUs de gama alta de Nvidia que todos tienen en el punto de mira para computación de IA.

Esta medida podría tener repercusiones más allá del sector de la inteligencia artificial. Cualquiera que siga la escena del minado sabe que estos chips son clave para la infraestructura computacional. Ya sea gestionando nodos, entrenando modelos o construyendo centros de datos para operaciones blockchain, los H200 son el tipo de hardware que mueve los mercados.

¿La verdadera pregunta? ¿Cómo alterará esta fórmula de reparto de ingresos la dinámica de la cadena de suministro? ¿Estrangulará la disponibilidad, hará que los precios suban o simplemente canalizará más dinero hacia Washington mientras los negocios siguen como siempre?

En cualquier caso, merece la pena estar atentos si trabajas en infraestructura o sigues de cerca los movimientos regulatorios que afectan al hardware que sostiene el cripto.