Después de leer la experiencia de Lan Zhanfei, realmente sentí un escalofrío en la espalda.

Antes solo pensaba que era bocazas, gracioso y atrevido, pero nunca imaginé que en Sudáfrica se encontró con un tipo de situación en la que realmente te aplastan hasta la muerte.
Le irrumpieron en la habitación en mitad de la noche, le impidieron dormir durante cuatro horas, le obligaron a transferir dinero de todas las formas posibles, incluso le hicieron pedir préstamos online... Esto no es un simple robo, esto es tratar a una persona como un "cajero automático" y exprimirla una y otra vez.

Lo que más me impactó fue lo familiarizados que estaban con el proceso, lo que demuestra que no era la primera vez que lo hacían.
Estando en el extranjero, en cuanto te tienen fichado, ni siquiera tienes margen para resistirte.

Ahora, al ver que Lan Zhanfei sigue vivito y coleando, de verdad creo que ha tenido muchísima suerte.
A algunos les hará gracia, pero si esto le pasa a otra persona, puede que no tenga la misma suerte de regresar.