Los movimientos de capital de las universidades de élite a nivel mundial suelen ser los que mejor ilustran la situación. El último informe trimestral presentado a la SEC revela que la fundación de una prestigiosa universidad de la Ivy League ha incrementado su posición en BTC desde 110 millones de dólares en el segundo trimestre hasta 440 millones en el tercero, cuadruplicando su inversión. Esta posición ya se sitúa entre las siete principales de su cartera, superando incluso la asignación en acciones de Microsoft y Nvidia.

Aún más interesante es el momento temporal: el informe del segundo trimestre cerró el 30 de junio y el del tercero, el 30 de septiembre; en ambos puntos, el precio de BTC rondaba los 108.000 y 114.000 dólares respectivamente, prácticamente sin cambios. En otras palabras, la expansión de la posición por un factor de 4 se debe completamente a nuevas compras, no a una subida del precio.

Ya estamos acostumbrados a escuchar historias de empresas cotizadas acumulando grandes cantidades de criptomonedas, pero cuando las instituciones tradicionales y de élite también empiezan a aumentar su exposición de forma sostenida y en niveles altos, es una señal difícil de ignorar. ¿Qué está cambiando en el consenso del mercado?