El norte de Japón acaba de ser golpeado. Un brutal terremoto de magnitud 7,5 sacudió la prefectura de Aomori a última hora del lunes por la noche. Se derrumbaron muros. Las autopistas se abrieron. Luego llegó el tsunami: olas de casi 1 metro de altura obligaron a miles de personas a evacuar las zonas costeras. El seísmo golpeó con fuerza y rapidez, dejando destrucción a su paso mientras los residentes corrían hacia zonas más elevadas.