Últimamente he estado observando los datos on-chain y he notado un fenómeno interesante: la Fundación Ethereum sigue vendiendo ETH, solo que ha cambiado de estrategia.

Antes solían hacer transferencias grandes de miles de monedas, pero ahora se han vuelto más astutos, ¿no? Ahora solo mueven unas decenas cada día, parece mucho más “suave”. Pero aquí surge la pregunta: ¿el desarrollo de ETH realmente consume tanto dinero? A este ritmo, la cantidad acumulada tampoco es poca.

Sinceramente, es difícil no preguntarse: ¿a dónde acaban yendo todas estas monedas? ¿Se invierten realmente en el desarrollo del ecosistema, o parte de ellas va a parar a ciertas carteras para uso libre? La transparencia financiera de la Fundación siempre ha sido un tema polémico en la comunidad, y esta forma de actuar deja aún más dudas.