Mucha gente no se ha dado cuenta de la profundidad del impacto de esta subida de tipos en Japón.
Primero hay que entender un hecho: durante los últimos diez o quince años, Japón ha sido la "máquina expendedora de dinero gratis" del mundo. Los tipos ultrabajos han llevado a los inversores a endeudarse en yenes y a invertir ese dinero en acciones estadounidenses, mercados emergentes, e incluso activos de alto rendimiento como BTC. Esta estrategia se llama carry trade, y el volumen ha llegado a los 20 billones de dólares.
Ahora que han subido los tipos, las reglas del juego han cambiado de golpe. Endeudarse es más caro y el yen se está apreciando, así que los inversores se ven obligados a vender sus activos y cambiar a yenes para devolver préstamos. Caen las bolsas estadounidenses, tiemblan los mercados emergentes, los activos de riesgo sufren en bloque, y BTC tampoco se libra.
Y lo más grave es que Japón es el mayor comprador extranjero de deuda estadounidense. El retorno de capital significa que podrían reducir sus tenencias de bonos del Tesoro, lo que eleva directamente la rentabilidad de los bonos a nivel global. Las rentabilidades de los bonos estadounidenses y alemanes están subiendo, y el coste de financiación global se incrementa en consecuencia.
Esto no es simplemente una "subida de tipos en Japón", sino una reacción en cadena que afecta a todo el sistema financiero mundial.
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Mucha gente no se ha dado cuenta de la profundidad del impacto de esta subida de tipos en Japón.
Primero hay que entender un hecho: durante los últimos diez o quince años, Japón ha sido la "máquina expendedora de dinero gratis" del mundo. Los tipos ultrabajos han llevado a los inversores a endeudarse en yenes y a invertir ese dinero en acciones estadounidenses, mercados emergentes, e incluso activos de alto rendimiento como BTC. Esta estrategia se llama carry trade, y el volumen ha llegado a los 20 billones de dólares.
Ahora que han subido los tipos, las reglas del juego han cambiado de golpe. Endeudarse es más caro y el yen se está apreciando, así que los inversores se ven obligados a vender sus activos y cambiar a yenes para devolver préstamos. Caen las bolsas estadounidenses, tiemblan los mercados emergentes, los activos de riesgo sufren en bloque, y BTC tampoco se libra.
Y lo más grave es que Japón es el mayor comprador extranjero de deuda estadounidense. El retorno de capital significa que podrían reducir sus tenencias de bonos del Tesoro, lo que eleva directamente la rentabilidad de los bonos a nivel global. Las rentabilidades de los bonos estadounidenses y alemanes están subiendo, y el coste de financiación global se incrementa en consecuencia.
Esto no es simplemente una "subida de tipos en Japón", sino una reacción en cadena que afecta a todo el sistema financiero mundial.