Musk ha lanzado recientemente otra opinión contundente: los 38 billones de deuda pública de Estados Unidos son como una bomba de relojería, y el mayor beneficiario de esta crisis podría ser Bitcoin.

Primero, miremos lo exageradas que son las cifras. La deuda estadounidense ya ha superado los 38 billones, y solo los intereses anuales superan los 1,2 billones, más que el presupuesto de defensa. Más sorprendente aún es que el gobierno sigue recurriendo a un déficit anual de 2 billones para pedir prestado y pagar deudas antiguas. Este modo de operar hace que uno se pregunte: ¿cuánto tiempo podrá resistir el poder adquisitivo del dólar?

Musk ha dado su respuesta. Él considera que la verdadera moneda debería ser la energía, porque la energía no puede crearse de la nada mediante legislación. La minería de Bitcoin requiere consumir electricidad real, y cada moneda está respaldada por un coste energético tangible. Esto contrasta claramente con las monedas fiduciarias, que pueden imprimirse sin límite. El tope total de 21 millones de bitcoins es, por diseño, una defensa natural contra la inflación.

En realidad, la historia ya nos ha mostrado un ejemplo. Cuando en 2020 se inundó el mercado de liquidez, Bitcoin subió de 3.800 a 68.000 dólares. Ahora el problema de la deuda es aún más grave, la confianza en las monedas fiduciarias sigue tambaleándose y el capital está buscando activos refugio más fiables.

Musk también predice que, en tres años, la IA podría traer deflación, y para entonces la ventaja del suministro fijo de Bitcoin será aún más evidente. Los tipos de interés podrían llegar a cero, la presión de la deuda se aliviaría en parte, pero para entonces Bitcoin ya habrá alcanzado nuevas cotas.

La credibilidad del dólar está perdiendo fuerza y Bitcoin, como herramienta de cobertura descentralizada, está ganando atractivo. ¿Tú qué opinas? ¿Hasta dónde puede llegar este ciclo?