#美联储FOMC会议 La deuda estadounidense se ha convertido en un punto de riesgo ineludible para los mercados financieros globales. El rendimiento de los bonos del Tesoro estadounidense a 10 años ha vuelto a situarse en el 4,16%. Esto debería ser una señal positiva de que la Reserva Federal está a punto de bajar los tipos de interés, pero en los mercados mundiales no se ve ni rastro de entusiasmo. La raíz de este contraste es bastante dura: el rendimiento de los bonos estadounidenses está siendo impulsado al alza por varias fuerzas, elevando directamente el coste de financiación global, deteriorando rápidamente el sentimiento y presionando a la baja todo tipo de activos.
Aunque el mercado ya contaba con la subida de tipos del Banco de Japón, cada vez que ocurre provoca turbulencias en los rendimientos de los bonos estadounidenses; al mismo tiempo, el auge de la IA en EE. UU. implica enormes inversiones: solo la construcción anual de centros de datos y la compra de chips requieren 3 billones de dólares, pero el flujo de caja de estos gigantes tecnológicos apenas cubre 1,5 billones, quedando el resto del déficit cubierto mediante emisión de deuda. Lo más llamativo es que las emisiones de deuda de estas empresas, que tienen una buena capacidad de beneficio, resultan más atractivas que los propios bonos estadounidenses, arrebatando capital al mercado de deuda pública.
A esto se suman las controversias sobre la independencia de la Reserva Federal: el nuevo presidente en la sombra, Hassett, es percibido por el mercado como un posible "paloma", temiendo que sea partidario de recortes de tipos más agresivos; si realmente lo hace, podría sembrar el riesgo de inflación, lo que presionaría a la baja la deuda estadounidense.
Tras este aparente desorden, la lógica real apunta a una sola cosa: la emisión excesiva de deuda pública estadounidense está a punto de alcanzar los 40 billones de dólares, y no hay señales de que el déficit se esté aliviando. Esa es la fuente del problema.
Pasado mañana se verá el desenlace. ¿La bajada de tipos prevista se convertirá en una mala noticia? ¿Cómo reaccionará realmente el mercado? Habrá que estar atentos.
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RektCoaster
· 12-11 04:41
La deuda estadounidense ya está acabada
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Deconstructionist
· 12-10 21:04
Fallar una y otra vez en las operaciones de venta en corto y de compra larga
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DAOTruant
· 12-09 16:29
El rumbo del mercado pinta realmente mal.
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AirdropBuffet
· 12-09 16:24
La deuda estadounidense está a punto de tocar fondo.
#美联储FOMC会议 La deuda estadounidense se ha convertido en un punto de riesgo ineludible para los mercados financieros globales. El rendimiento de los bonos del Tesoro estadounidense a 10 años ha vuelto a situarse en el 4,16%. Esto debería ser una señal positiva de que la Reserva Federal está a punto de bajar los tipos de interés, pero en los mercados mundiales no se ve ni rastro de entusiasmo. La raíz de este contraste es bastante dura: el rendimiento de los bonos estadounidenses está siendo impulsado al alza por varias fuerzas, elevando directamente el coste de financiación global, deteriorando rápidamente el sentimiento y presionando a la baja todo tipo de activos.
Aunque el mercado ya contaba con la subida de tipos del Banco de Japón, cada vez que ocurre provoca turbulencias en los rendimientos de los bonos estadounidenses; al mismo tiempo, el auge de la IA en EE. UU. implica enormes inversiones: solo la construcción anual de centros de datos y la compra de chips requieren 3 billones de dólares, pero el flujo de caja de estos gigantes tecnológicos apenas cubre 1,5 billones, quedando el resto del déficit cubierto mediante emisión de deuda. Lo más llamativo es que las emisiones de deuda de estas empresas, que tienen una buena capacidad de beneficio, resultan más atractivas que los propios bonos estadounidenses, arrebatando capital al mercado de deuda pública.
A esto se suman las controversias sobre la independencia de la Reserva Federal: el nuevo presidente en la sombra, Hassett, es percibido por el mercado como un posible "paloma", temiendo que sea partidario de recortes de tipos más agresivos; si realmente lo hace, podría sembrar el riesgo de inflación, lo que presionaría a la baja la deuda estadounidense.
Tras este aparente desorden, la lógica real apunta a una sola cosa: la emisión excesiva de deuda pública estadounidense está a punto de alcanzar los 40 billones de dólares, y no hay señales de que el déficit se esté aliviando. Esa es la fuente del problema.
Pasado mañana se verá el desenlace. ¿La bajada de tipos prevista se convertirá en una mala noticia? ¿Cómo reaccionará realmente el mercado? Habrá que estar atentos.