A principios de diciembre, esa ola de retroceso hizo que la cuenta pasara directamente de 1.800.000 a 1.400.000, devolviendo por completo los 400.000 de beneficio.

¿Pero qué pasó después de añadir cortos en SOL? La cuenta llegó a un máximo de 2.100.000. El mercado devolvió con intereses lo que se había perdido.

Sinceramente, no es difícil acertar la dirección. Lo difícil es mantener la posición.

Mucha gente puede prever bien el mercado, pero los que realmente ganan dinero son los que saben aguantar. ¿Te pones nervioso cuando las ganancias flotantes retroceden? ¿Te sales cuando el mercado se sacude y lava posiciones? Eso es lo clave.

Desde octubre abrí cortos en ETH en 4.500 y los he mantenido hasta ahora. En este proceso entendí una cosa: no intentes atrapar cada movimiento, lo importante es distinguir qué es ruido y qué es una señal real.

La tendencia no se desarrolla de golpe. Es como un río: no puede fluir siempre en línea recta, a veces da vueltas y remolinos, pero al final siempre llega donde tiene que llegar.

Mi postura bajista no ha cambiado.

Ethereum, nos vemos en 1.300.

El trading se resume en dos palabras: ¡aguanta!